CATALUNYA: Calella de Palafrugell

¡¡¡Hola Belug@s!!!. Hay lugares que te marcan, por su gente, por sus puestas de sol, por su comida,…y para nosotras, ese lugar es Calella de Palafrugell.

Desde hace 8 años no faltamos nunca a nuestra escapada de dos o tres días, para relajarnos, practicar deportes acuáticos, disfrutar de la buena comida y pasear por sus encantadas y mágicas calles.

Este lugar es nuestro refugio, y aunque siempre hay gente, es parte de su encanto, el echo de encontrar sitio en la playa, hacer cola en nuestro restaurante favorito, El Fiego, o tomar algo frente al mar a las diez de la noche. Todo eso, lo hace aún más especial.

Y como no queremos que esté idílico pueblo pescador sea un secreto, aquí os dejamos todo lo que debéis saber de él para que podáis veranear este año.

 

Su historia

Su origen como pueblo se remonta al siglo XVIII, cuando empezaron a llegar los piratas. Fue entonces cuando los pescadores de Palafrugell decidieron instalarse en la costa para protegerlo. El primer documento de ello, según la oficina de turismo, data de 1746.

El mar y la industria del corcho hicieron crecer al pueblo y situarlo en el mapa. La costumbre de bañarse en el mar llegó más tarde, en el siglo XIX, cuando las clases populares disfrutaban de los domingos al sol y la burguesía catalana empezó a construir por aquí sus casas de verano.

Ya antes de la Guerra Civil se habían abierto tres hoteles, pero fue en los años 50 y 60 cuando vivió su mayor desarrollo: los pescadores dejaron la pesca y llegaron los turistas extranjeros. Y por suerte, a pesar de lo que ocurrió en localidades vecinas, Calella se mantuvo firme a la “fiebre urbanizadora” y aún conserva todo su encanta.

 

Que debemos saber de Calella de Palafrugell

Situado en una ubicación privilegiada, en una costa rocosa y rodeada por pequeñas calas de aguas cristalinas, este antiguo pueblo marinero ha sabido conservar todo su encanto gracias a mantener en perfecto estado la parte antigua que se caracteriza por las calles estrechas y las casas de pescadores de fachadas blancas que estamos seguros, te enamorarán nada más llegar.

Además de ser un destino vacacional de sol y playa, Calella de Palafrugell es también perfecto para hacer rutas de senderismo por los Caminos de Ronda y por supuesto, probar la deliciosa gastronomía en el que predominan los arroces, el pescado y el marisco.

 

Como llegar

Situada en el Baix Empordà, en la provincia de Girona, Calella es un pequeño pueblo de pescadores perteneciente a Palafrugell, un núcleo urbano que conserva ese aire bohemio de la Costa Brava antes de la llegada del turismo de masas.

Desde Barcelona hay varias maneras de llegar hasta Calella de Palafrugell:

En coche

Desde Barcelona hasta Palafrugell hay 135 km. Coged la autopista AP7 en dirección a Girona/Francia y dejarla en la salida 9 (Vidreres/Lloret). Id en dirección Sant Feliu de Guíxols y Platja d’Aro por la C-35. Continuad dirección Palamós (C-31) y tomar la salida 331, Palafrugell Sur.

En autobús

La compañía Sarfa (Grupo Sarbus) conecta el municipio de Palafrugell con las poblaciones y ciudades vecinas. Se pueden consultar precios y horarios en el sitio web: www.sarfa.com / Tel. 0034 902 30 20 25

En tren

La estación de tren más cercana a Palafrugell está en Flaçà, a 25 km de distancia. www.renfe.es Desde allí se pueden coger autobuses de la compañía Sarfa para llegar a Palafrugell.

 

De cala a cala

Desde los Jardines de Cap Roig hasta Llafranc encontramos ocho calas y playas cada una con un encanto especial, propio de la orografía del litoral de la Costa Brava, más rocosa y entre pinos, todas unidas por el Camí de Ronda, que espera a aquellos senderistas y amantes de las buenas vistas.

A continuación os hacemos un pequeño resumen:

– cala del Golfet, muy distinta al resto de playas de Calella y menos conocida que el resto, en la que podrás disfrutar de las vistas de las Illes Formigues, un archipiélago formado por cuatro islotes y 12 escollos.

– la playa de Sant Roc o el Canyers, inconfundible porque la vigila desde lo alto el Hotel Sant Roc. La playa es reducida, de arena gruesa y, aunque es perfecta para bucear, también se puede tomar el sol y nadar.

– Port Pelegrí es la segunda playa más grande de Calella de Palafrugell, teniendo en cuenta que las otras son bastante pequeñas. Se encuentra franqueada por el mirador de los Burricaires y es sin duda nuestra playa.

– la Platgeta, una pequeñita playa de 20 metros, más concurrida por los locales y más adecuada para familias.

– la playa d’en Calau es paralela a la calle Calau, una de las posee más actividad turística. Playa de 75 metros de arena dorada y un mar cristalino de la que no querrás marcharte.

– Port Bo o playa de les Barques configura una de las postales más bonitas de Calella. Les Voltes resguardan un paseo abovedado y un refugio ideal para descansar del sol, comer o tomar algo a la fresca.

Es aquí donde a primeros de julio da comienzo la temporada de verano con el canto de las habaneras, una tradición que se lleva haciendo desde 1966, cuyas letras evocan la llegada de los indianos, los que fueron a hacer las Américas en el siglo XIX.

– la playa del Canadell, separada por “la Trona”, de Port Bo, es la más grande y arenosa del pueblo. A pocos metros de la playa encontrarás las típicas casas de pescadores, el paseo marítimo y un mirador desde el Camí de Ronda para no perder detalle.

– la cala de els Canyissos, perfecta para bucear y contemplar un mar de aguas cristalinas.

 

Esperamos que este lugar sea tan especial como lo es para nosotras, y aunque es cierto que siempre vamos más en verano, en invierno es tan o más encantador que en época estival. Sea como sea, disfrutarlo.

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