¡¡¡Hola Belug@s!!!. Esta vez nuestras aventuras nos llevan hasta uno de los lugares más curiosos y ruidosos que hemos visto hasta ahora. A la vez este precioso país esconde lugares donde el silencio es tan fuerte que casi os dejará sin respiración. ¿Os atrevéis a vivirlo con nosotras?. Aquí os dejamos nuestras crónicas.
Día 1
6 horas más que en Barcelona, además de unos 15 grados más de temperatura, es lo que nos separa del punto de inicio al punto de fin: bienvenidos a Vietnam. país soberano del Sudeste Asiático, el más oriental de la península Indochina. Con una población estimada de 90 millones, es el decimotercero país más poblado del mundo y el octavo de Asia. El nombre del país se traduce como «Viet del sur», un sinónimo del antiguo nombre del reino de Nanyue, y fue adoptado oficialmente por primera vez en 1802 por el emperador Gia Long. En 1945 volvió a fijarse de manera oficial el topónimo con la fundación de la República Democrática de Vietnampresidida por Hồ Chí Minh. El país tiene frontera por el norte con China, con Laos por el noroeste y con Camboya por el suroeste, mientras que hacia el este tiene una extensa costa bañada por el mar de la China Meridional. Su capital es Hanói desde la reunificación de Vietnam del Norte y Vietnam del Sur en 1976.
Los vietnamitas se independizaron de la China Imperial en el año 938 d. C. tras la batalla del río Bach Dang, en la que obtuvieron una gran victoria. En los siglos siguientes florecieron diversas dinastías reales vietnamitas al tiempo que el reino expandía sus fronteras geográficas y políticas por el Sudeste Asiático. En el siglo XIX la península Indochina fue colonizada por los franceses. Tras un período de ocupación japonesa durante la Segunda Guerra Mundial, los vietnamitas iniciaron la Guerra de Indochina contra Francia, que acabó con la derrota y expulsión de las tropas galas en 1954. Sin embargo, el país quedó dividido políticamente en dos estados rivales, el Norte y el Sur, que iniciaron un conflicto de creciente intensidad que acabó en la conocida como Guerra de Vietnam, en la que se enfrentaron el Norte y las guerrillas comunistas conocidas como Viet Cong, contra las tropas del Sur y las fuerzas armadas de los Estados Unidos. La guerra finalizó en 1975 con la victoria del Norte y al año siguiente el país se unificó bajo un régimen socialista.En 1986 el gobierno inició la senda reformista, que puso a Vietnam en el camino de la integración con la economía global y hacia el año 2000 el país ya tenía relaciones diplomáticas con la mayor parte de naciones. En el siglo XXI el crecimiento económico de Vietnam ha sido de los más altos del mundo, un éxito económico que resultó en el ingreso del país en la Organización Mundial del Comercio en 2007. A pesar de ello, en Vietnam se siguen experimentando grandes desigualdades de ingresos, disparidades en el acceso a la asistencia sanitaria y poca igualdad de géneros.
Los primero que hay que hacer nada mas llegar a Hanoi es, con una carta de entrada ya otorgada en España por la embajada vietnamita y dos fotos de carnet, es pagar 40€ o 45$ por el visado que un agente con cara de Pit Bull rabioso y con pocos amigos te pegara en el pasaporte. Del aeropuerto de Hanoi al centro de la ciudad hay dos maneras de llegar: taxi concertado en los mostradores del aeropuerto por 10$ o autobuses de las compañías aéreas como Vietnam Airlines en la terminal internacional o VietJetAir en la terminal domestica, ambos con parada frente a las oficinas de dichas compañías, por 2$ o 5$ como pague yo porque como siempre te timan hasta por el agua. Antes si, cambiar euros por dólares y por Dongs, moneda oficial de Vietnam.
Corea y Japón son 3 países que ya han evolucionado en esta Asia tan dispar. En China y Taiwan tienes lo moderno de las grandes ciudades con la vuelta al pasado de las pequeñas. Y en Malasia y Vietnam es un bienvenido a hace 70 años, aunque con las puertas abiertas al mundo. Cientos de motos recorren el camino con el mini bus hasta el centro de la ciudad y lo que ves por la ventana es tan dispar que no das crédito: campos de arroz, hoteles de lujo, tiendas de móviles de ultima generación, restaurantes en los que lavan los platos en una pica en el suelo…vamos que no sabes en que año ni siglo estamos pero no puedes cerrar los ojos porque cada metro que avanzas es para no dejar de alucinar. Como pagamos 5$ hemos amortizado el viaje y hemos exigido que nos llevaran en taxi hasta la puerta de la agencia que tiene todo preparado para salir hacia Sapa, población al noroeste de Vietnam donde pasarémos 2 días, a las 20h, así que tenemos un par de horas para cenar en un pequeño restaurante con Wifi. Exigir ese cambio de destino no ha sido dificil pero dejarlo claro al inicio del viaje mejor.
20.10h., la chica de la agencia prepara un taxi para salir en dirección a la estación. Ella lo sigue con la moto por seguridad. 15 minutos por las locas calles de Hanoi, entre pitos y evitar cargarnos a una moto para llegar a la estación.
Y empieza la aventura. ¿¿Alguno ha visto alguna película de la Rusia comunista o de la segunda guerra mundial??. Pues imaginaros en un tren como ese, durmiendo 9 horas, camino a un pequeño pueblo de montaña. ¡¡¡¡Alucinante!!!!. Pequeños compartimentos de apenas 20 metros cuadrados que compartimos con dos suecas gigantes y las maletas. Un clima de los años 30 invade el ambiente, hay que vivirlo. A pesar de lo que se pueda pensar el viaje es cómodo y no se hace extremadamente largo, aunque evidentemente no es el Ritz, bueno, ni la pension Loli!!. ¡¡Disfrutar del traqueteo!!.
Día 2
Son las 6.15h., y las azafatas del tren pican a la puerta para ofrecer te y café para empezar la mañana. La noche no se hizo larga y he descansado bastante entre traqueteo, frenadas y vaivenes del tren. No le ha pasado lo mismo a mi mujer que no ha dormido nada. No se parece a mi que duermo en una rama. Ducharse es imposible así que vamos todos oliendo a gato sucio, pero así es la vida del mochilero. Eso si, las vistas por la ventana son inmejorables, me recuerda al verde de las montañas de New Zeland, pero aquí con hojas gigantes que rozan la ventana del tren en su camino a la próxima parada: Lao Cai. Es la remota población que nos cojera para salir en un trayecto de una hora en coche.
Casi todos los pasajeros vamos en un grupo, así que los conductores locales esperan con grandes carteles con nuestros nombres para preparar las furgonetas y la salida a Sapa. Las carreteras me recuerda a cuando fui a Perú, pequeñas, peligrosas y llenas de baches, pero el paisaje es alucinante y pasar por ellas te da una visión muy real de como vive la gente aquí, así que en lo que menos te fijas es el camino que estas recorriendo. Hasta que empieza a llover, que ya es para preocuparse, porque entre la niebla y la lluvia…ahora si que no se ve nada.
Somos unos 15 en el grupo, de muchas partes del mundo, pero solo 5 seguiremos en el grupo que recorrerán los campos de arroz hasta nuestra aldea hasta llegar a nuestra casa de invitados donde conviviremos con una familia local y dormiremos.
10h., después de un buen desayuno, una buena ducha caliente y comprar material para el tracking por unos 20$ en un puesto del campamento, empieza la aventura a través de las montañas. El recorrido es de unas 5 horas aproximadamente y consiste en llegar de un pueblo al otro, y digo de uno a otro porque soy incapaz de recordar el nombre de los pueblos y de las tribus que aquí habitan. Eso si, os podemos decir que Sapa forma parte de la provincia de Lao Cao y que viven decenas de tribus con diferentes costumbres y vestimentas. Las vistas son espectaculares y campos de arroz interminables, verdes montañas además de caminos llenos de barro acompañaran nuestra travesía en estos kilómetros a través de la montaña de Sapa. Por cierto, la mejor época para visitar esta zona es agosto y septiembre aunque a mi me gusta mas ahora porque la niebla le da un toque tenebroso que aun te mete mas en el papel de montañero intrépido, ademas de que te aseguras de que no caiga un diluvio porque estamos ya en época seca, aunque la humedad es brutal. Pequeñas paradas para alguna explicación, como que el arroz aquí solo se planta una vez por las fuertes lluvias, que tarda 100 días es cultivarse o que las mujeres que nos acompañan durante todo el camino y que hasta en la comida no han intentado vendernos nada, hace este mismo camino cada día de ida y vuelta para vender en el mercado sus productos a locales y turistas. Algunas no tienen ni 30 años y ya van por el tercer niño, que locura, pero es otra época y otras culturas.
Hora de comer. Solo quedan unos kilómetros hasta alcanzar la casa pero el hambre apremia. No es muy local lo que comemos pero hay pan y esta riquísimo.
16h., ya estamos en la casa donde nos alojaremos esta noche. Es toda de madera, rodeada por verde y mas verde y una cascada que da la sensación de lluvia cuando estas dentro. El dueño y abuelo de la casa nos recibe con el pequeño de una de sus hijas en brazo y el guía nos enseña la casa. Eran 4 pero ahora la familia ha crecido y son 7, incluido el marido de una hija y su dos niños; todos viven aquí. La cocina es inexistente: una pared negra indica su ubicación por las señales que el fuego y el humo han dejado en ella. El baño y la ducha son precarios pero está todo muy limpio. Evidentemente lo de poner algunas baldosas es por los visitantes, porque en los otros pueblos por los que hemos pasado os aseguramos que no era lo común.
La planta de abajo alberga los futones de la familia, igual que en otras partes de Asia, y en la planta de arriba o la guardilla, se encuentran los nuestros. Llamativas mantas rojas con letras chinas nos acogen hasta la hora de cenar. Lo de las letras chinas es porque esta población provenía de China y aunque hace siglos que forman parte de Vietnam aun conservan las tradiciones ancestrales como la de proteger la casa con pañuelos rojos para atrapar a los malos espíritus.
Descansamos un par se horas y al bajar a la mesa el guía nos ameniza la espera contando algunas historias y tradiciones de estas montañas, que recuerdan mucho a las leyes gitanas.
Llega el manjar. Hay tantos platos que no sabemos donde mirar: tofu en salsa, pollo recién sacrificado con pimientos y una salsa de limón que le da un toque espectacular, cerdo con cebolla, arroz, ensalada de col, rollitos de verdura y champiñones espectaculares y una cosa que aun no hemos sabido identificar pero que no nos gusto mucho. El resto de platos, sublimes. Es alucinante como al intentar pensar en hacer todo eso en la cocina que os describíamos antes, no puedes imaginar que platos tan elaborados y deliciosos puedan salir de ahí. Que manjar, que espectáculo y unas cervezas para acompañar. Insuperable, me he puesto las botas. Para acabar un té verde típico de aquí que se parece a la cuquicha China y una oreo que nos quedaba por la mochila y a la cama. Ahhhh, quietos!! Esperad que aun no ha acabado la noche. Antes de empezar a cenar el guía nos ofreció unas patatas fritas típicas de aquí con una picada de ajo y una licor de arroz que sabe a rayos, pero que había que probar.
Pues no conforme con eso antes de dormir nos hemos reunido alrededor de la mesa donde comía la familia y el guía para compartir mas happy water, como ellos le llaman, y partirnos de risa con las caras que poníamos al beber el aguardiente. Que malo esta el jodido pero que cachondeo bueno antes de dormir. Ahora si, ha descansar.
Día 3
La humedad de la mañana, el claro entrando por las inexistente ventanas y el crepitar del fuego nos despiertan a las 6.30h. En realidad nos ha despertado el maldito gallo de la familia y unas ganas tremendas de matarlo, pero vosotros quedaros con lo primero que es mas bucólico.
Aún queda mucho para desayunar, hasta que se haga el fuego y la masa para las tortas, así que antes de bajar nos damos una ducha rápida con el agua helada porque anoche alguien apago la caldera y volvemos a la cama. La actividad en la cocina es incesante desde las 7h. para preparar nuestro desayuno que se compone de: miel, azúcar, plátano, limón y la base para ponerlo todo, la creep. Riquísimo, a pesar de que no hemos mezclado todos los ingredientes. Para beber, te o café. El silencio, a pesar de el movimiento en la casa, es sobrecogedor. Estamos en medio de la nada y sabemos que no necesitamos nada más.
10h, empieza la caminata hasta la cascada. El camino es resbaladizo pero con las chanclas para el agua, en lugar de las bambas de andar, la cosa se hace mas fácil y la caminata hasta la base de la cascada es fácil y merece la pena para sacar unas buenas fotos. Ahora toca subir la cascada para comer y tomar una refrescante birra local. Hasta ahora solo bebíamos Tiger que ya la habíamos probado en Kuala Lumpur.
Para comer, sopa típica de la zona con fideos y tortilla, que asombrosamente mantiene su textura sin absorber la sopa, ¿¿ como lo harán??.
Y ahora tocar seguir la ruta. Son ya las 15h. pero esta vez la ruta la hacemos en autobús hasta el punto de origen. Unos 40 minutos de baches para unas 3 horas libres hasta coger el tren de vuelta a Hanoi.
17.30h., duchada, cena y listas para volver a la estación y pasar de nuevo 10 horas en el tren. Algo de orden antes de dormir y aquí acaba el día. Estamos rendidas así que caemos en la cama bien pronto entre el traqueteo y el vaivén del tren.
Día 4
6h, al fin en Hanoi. Un chico nos espera a la salida del tren para llevarnos a un hotel cercano donde esperar al autobús que nos llevara a unas 15 personas a la Bahía de Halong, a los hoteles flotantes donde pasaremos dos días y una noche. Tres horas y media hay hasta la Bahía desde la capital. El camino es de lo mas curioso si miráis por la ventana. A veces pensamos, ¿como se puede vivir así?. Seguro que ellos también piensan lo como lo haremos nosotros. Aunque la verdad es que contra mas tienes mas quieres y es triste. En cambio aquí, poco se necesita para ser feliz y solo comer para sobrevivir. Deberíamos pensar en valorar mas lo que tenemos y viajes así os aseguramos que os cambian.
12h., ya estamos en la Bahía. El guía se encarga de comprar los tickets para el barco y salimos en una lancha, bastante rudimentaria de madera, hacia el barco que nos alojara durante estos dos días. Nada mas llegar al barco una copa de bienvenida, compuesta de grosella y zumo de naranja, nos espera. Y acto seguido una copiosa comida llena la mesa de bonitos platos en una gran presentación: arroz, cerdo en tempura y salsa, pollo en tempura, verduras al ajillo y pescado variado.
Saciados nos disponemos para la siguiente parada: un precioso mirador a 420 escalones sobre el nivel del mar. Nada mal para ir con el estomago lleno, pero las vistas merecen la pena. Una vez de vuelta de la escalonada, un baño en las marrones aguas de la bahía, marrones por la arena que no por otra cosa, y de vuelta al la lancha que nos va cambiando de ubicación.
Es hora de hacer ka-yak. La experiencia es inolvidable. En ka-yak de dos nos disponemos a surcar las montañas que componen esta curiosa forma de dragón. El paisaje es inolvidable y como nunca había montado en kayac disfruto como una niña pequeña, aunque reconozco que es cansado, pero divertimento.
Hora de cenar. Pero antes una ducha y un pequeño curso de cocina vietnamita para enseñarnos como hacer los rollitos de primavera compuestos de cerdo o tofu, cebolla, zanahoria, setas, fideos de y todo ello envuelto en una tortita finísima de arroz. Se pasa por el aceite y listo!! Ya tenemos parte de la cena que ademas se completa con: cocktails de gambas, cangrejo, pescado, pollo en salsa y por descontado arroz. Aquel arroz es como el pan por eso aparece en todas las comidas. La cena riquísima, pero ya es hora de descansar. Mañana a las 7 empieza el día, así que mas vale descansar.
Día 5
Ducha y a desayunar. Son las 7h., cuando empezamos a jalar el espectacular desayuno: huevos revueltos, bacon, salchicha, pamcakes, pan, fruta y te. Perfecto para empezar la mañana con energía.
8h., sale la barca en dirección a las cuevas mas grandes de la zona. La ruta la hacemos con el guía que nos va explicando diferentes formas que podemos apreciar en la cueva, tales como una tortuga, un dragón, un dedo, ….
Por cierto, recordáis la película de Goldeneye? La de 007? Mi madre seguro que sí. Pues parte de las escenas de esa película se grabaron aquí, en la Bahía de Halong.
Y vuelta al barco. Es hora de prepararse para sacar las maletas y disfrutar del camino de vuelta al puerto. La vuelta es aun mas espectacular que la ida y podemos apreciar la roca del beso e incluso la imagen que sale en los billetes de 200.000 Dongs. Entre las rocas las ciudades flotantes nos enseñan su esencia y podemos ver escuelas, comisarías e incluso bancos. La vida en la Bahía es completa para esta gente y la verdad que es muy sorprendente que no necesiten tierra firme para sobrevivir. Antes de llegar a tierra es hora de un curso de decoración de comida muy guapo para transformar verduras en flores y ya en tierra es hora de comer.
Acaba la experiencia de la Bahía de Halong, una de las zonas imprescindibles si visitais Vietnam.
Tres horas y media de vuelta y de cabeza al hotel que hemos buscado para descansar dos noches en el centro de Hanoi. Mañana al caos del centro y pasado a Phu Chuoc, pequeña isla frente a las costas de Tailandia y Vietnam. Os quiero familia. Hasta mañana.
Día 6
Hoy ha sido un día de lo mas tranquilo y estrenaste a la vez. Es día de hacer unas compras y hay un par de calles peatonales con recuerdos y la bandera que nos gustaría recorrer aquí en la capital.
Si miráis un mapa del centro de Hanoi veréis que no es excesivamente grande pero moverse por aquí es una de las tareas mas difíciles que nunca hicimos. Las calles tienen nombres parecidos y la distribución es como el Gótico de Barcelona. Ademas hay que sumar las motos. Hanoi tiene unas 400.000 motos o mas, según lo que nos comento el guía que nos acompaño a Halong. Y el numero crece cada año porque es el transporte mas barato, unos 900$. Así que imaginaros porque lo de estresante si apenas hay nada que ver. Cruzar de calle a calle es como jugarse la vida! Los semáforos no existen y el peatón es como un muñeco al que hay que esquivar. Es peor que China, que ya es difícil, pero aquí, con un peligro añadido, que ni andar por la acera se puede porque esta ocupada de negocios de lo mas variopintos o de terrazas de bares en los que os aseguro que no comería nunca, y no por la comida, sino por la higiene, que es inexistente. La verdad es que es digno de ver, porque quedarse alucinado a cada paso que das es inevitable. No os puedo describir estas sensaciones de estrés al paseas por estas calles, pero si sois personas nerviosas no os recomiendo Hanoi como destino vacacional.
Día 7
3.30h., suena el despertador. Un coche espera para ir al aeropuerto. 16$ vayas en taxi o en un coche puesto por el hotel es lo que cuesta llegar al aeropuerto de Hanoi, nada mal considerando que esta a unos 40km. del centro. 7h., el vuelo con destino Phu Quoc empieza su recorrido de dos horas para aterrizar en la isla a las 9h.
Al sur de Vietnam, a medio camino entre Vietnam y Camboya tenemos la Isla de Phu Quoc. La Isla esta ubicada en el golfo de Tailandia y es la isla más grande de Vietnam, sin embargo su mayor atractivo turístico son las playas de arenas blanca y aguas cristalinas, que convierten a Phu Quoc en el viaje de Luna de Miel favorito de las parejas recien casadas Vietnamitas.
Así que, aunque no somos vietnamitas ni estamos de luna de miel, es hora de tumbarse en la arena y tomar el sol todo el día. Para llegar a alguna de las playas hay varias opciones:
- una moto taxi por unos 2$
- los autobuses de los hoteles, si dispones de reserva en alguno de estos complejos hoteleros
- o bien un taxi por unos 120.000 Dongs, que es la opción escogida porque no nos veomos con la mochila encima de una de estas motos recorriendo los escasos kilómetros del aeropuerto a Playa Larga, la playa mas famosa de la isla. Ademas, con el nuevo aeropuerto hay que pagar una tasa de 20.000 Dongs para salir de aquí, todo un negocio. Unos 20-30 minutos se tarda en llegar a Long Beach, como aquí la llaman, y la verdad es que merece cada minuto y cada Dong. Si es cierto que no es como Sint Maarteen, porque ninguna isla lo es, pero merece muchísimo la pena hacer una parada de mas de un día en esta isla. La magnitud de las playas es increíble y la soledad que aquí se respira, a pesar de los complejos hoteleros bien integrados, es algo que nadie se debería perder. La vida aquí sigue siendo igual de barata así que por unos 25€ el manjar y la cantidad de bebida para dos es muy imponente. Y todo a pie de playa.
16h, es hora de despedirse de este lugar de ensueño. El vuelo sale a las 19h y ya parezco una gamba para seguir mas horas bajo el sol. De nuevo un taxi para volver y ha esperar paciente al vuelo que desgraciadamente va retrasado casi una hora.
20h., después de la espera y de discutir y pagar por la maleta facturada, empieza el corto vuelo a la ultima ciudad de este viaje, 40 minutos hasta Ho Chi Ming City o Saigon como se la conocía anteriormente.
Saigon es la segunda ciudad de Vietnam mas grande desde 2008, después de Hanoi. La Ciudad de Ho Chi Minh esta situada al oeste de la desembocadura del río Saigón y al norte del delta del río Mekong. Bajo el nombre jemer Preah Nokor Khmer, fue el principal puerto de Camboya antes de que dicha región fuera anexada por los vietnamitas durante el siglo XVII. Bajo el nombre de Saigón fue la capital de la colonia francesa de Cochinchina y luego pasó a ser la capital de Vietnam del Sur después de la independencia, entre 1954 y 1975. En 1975 la ciudad de Saigón fue unida a la provincia circundante de Gia Định y se le dio el nombre actual de Ciudad Hồ Chí Minh, aunque aquel continúa siendo utilizado de manera popular.
La ciudad se encuentra situada a 60 kilómetros del mar de la China Meridional, a 1.760 kilómetros al sur de Hanói, la capital del país y a menos de 300 kilómetros al sureste de Nom Pen, la capital de Camboya.
El área metropolitana consiste además de la propia Ciudad Ho Chi Minh en las poblaciones de Thủ Dầu Một, Di An, Bien Hoa y numerosas poblaciones vecinas, lo que suma una población total de 14 millones de personas, siendo así una de las metrópolis más grandes del Sudeste Asiático, algo que desde el avion se aprecia con claridad ya que este, ha sido engullido por la ciudad y se encuentra en el centro de la misma.
170.000 Dongs y batallar con los locales es lo que cuesta el taxi hasta el hotel. Mañana sale el vuelo a las 00.25h así que hoy preparo todo y me pego una ducha para ir pronto a la cama porque estoy ko. Mañana toca visitar Saigon y despedirse de Vietnam y de las vacaciones porque es hora de volver a casa.
Día 8
Es hora de visitar Saigon. Ayer en el taxi ya nos pareció mucho mas ordenada y limpia que la capital. Ademas los clubs, restaurantes y bares, así como comercios y cafeterías abundan por toda la ciudad y el trafico mantiene un orden y una coherencia, que nada tiene que ver con Hanoi, aunque sigue siendo un autentico caos total y cruzar una gran avenida o se hace con ayuda o es como misión imposible.
Saigon se divide en varios distritos y el 1º es el central y donde podemos encontrar mercados y centros comerciales llenos de falsificaciones. Así que si tenéis dinero y paciencia para regatear hasta agotaros no os podéis perder estos mercados, donde también encontrareis comida fresca, que tampoco debéis perderos. La verdad es que son de lo mas curiosos y como ya había visto en China, las imitación o falsificaciones son clavadas.
Toda la mañana bajo un sol de justicia y una calor atroz mientras pateamos las bulliciosas calles de Saigon pero por la tarde toco hacer la maleta y preparase para volver a casa. Y suerte que empezamos temprano el día porque se ha pasado toda la tarde diluviando!!. Parece que nos vamos en el momento indicado. Así que, antes de cruzar la puerta de la ultima habitación que nos acoge en este viaje, nos despido una vez mas y esta vez para una larga temporada, hasta la próxima aventura. Os vemos en 20 horas que es lo que dura el regreso a casa.