CATALUNYA: Pueblos de La Vall D’Aran

¡¡¡Hola Belug@s!!!. Recorrer pequeños pueblos se ha convertido este pasado 2021 en toda una experiencia para nosotras. Cada pequeño rincón de estos acogedores lugares nos fascina por su belleza y simplicidad. Por esta razón este principio de año queremos recomendaros esta ruta que hicimos por La Vall d’Aran, donde tuvimos la suerte de descubrir algunos de los mejores rincones para pasar una estancia única.

La Val d’Aran está formada por 33 pueblos que albergan algo más de 10.000 habitantes. Gran parte del territorio se encuentra por encima de los 2.000 metros de altura y está atravesado por una carretera, la C-28. Recorrerla para descubrir sus característicos pueblos hechos de piedra, madera y pizarra, disfrutar de sus rincones más escondidos, de sus iglesias y de su patrimonio artístico en medio de la espectacular belleza de su intensa naturaleza, es una experiencia única en cualquier momento del año.

Un paseo por sus pequeñas calles, entrar en sus edificios románicos, degustar sus productos y platos típicos o disfrutar de la amabilidad de sus gentes… De norte a sur, de este a oeste, todos y cada uno de los pueblos araneses están impregnados del sabor de la historia y de un personal estilo alpino que los hace inconfundibles.

Aquí os dejamos nuestra selección y nuestras mejores fotos para que vosotros mismos decidáis si merece o no la pena visitarlos.

 

Lladorre

Lladorre es un municipio de la comarca del Pallars Sobirà que limita con el País de Foix. Constituye la cabecera del valle de Cardós y queda cerrado por el norte por la línea de la cresta divisoria de los Pirineos Centrales, desde Mont-roig hasta el pico de Sotllo, pasando por el puerto de Tavascan y el puerto de Lladorre.

Gran parte de este municipio se encuentra dentro del Parque Natural de l’Alt Pirineu. El lago de Certascan, el más grande de los Pirineos, es el lugar natural de máxima relevancia. Otros puntos de interés son el llano de Boavi, los lagos de Mariola, Naorte y Romedo, así como las cimas de Sotllo (3.084 metros), Mont-roig (2.847 metros) o el mismo de Certascan (2.853 metros), entre muchos otros.

Los ríos Tavascan y Noguera de Lladorre atraen numerosos pescadores de truchas, mientras que la estación de esquí de Tavascan es un centro orientado al esquí familiar.

El encanto del pueblo es haber sabido mantener la estructura y la arquitectura típica pirenaica.

Tavascan

Tavascan es un concepto diferente de estación, orientado a los amantes de la montaña invernal. Es ideal para practicar numerosos deportes, comenzando por el esquí alpino y el esquí nórdico. El entorno natural y la ausencia total de masificación son las mejores credenciales de este espacio de titularidad municipal.
La estación se encuentra a diez kilómetros del pueblo de Tavascan, en el extremo septentrional de la comarca del Pallars Sobirà. Fue fundada en 1991, con base en la Pleta del Prat a 1.725 metros y la cota más alta en el  coll de la Cim se encuentra a 2.250 metros.
Por lo que respecta al esquí alpino, Tavascan-Pleta del Prat dispone de siete pistas y catorce kilómetros esquiables (seis de alpino y ocho de nórdico en circuito marcado). Además, se ha trazado un circuito de esquí de fondo de diecisiete kilómetros de distancia. Por otra parte, su excepcional ubicación le ha permitido abrir todos los inviernos sin necesidad de instalar cañones de nieve artificial.

 

Tavascan-Pleta del Prat no se limita únicamente al esquí. La estación es el mejor campo base para la iniciación al alpinismo y un buen punto de partida para salidas en esquí de montaña, raquetas de nieve y freeride. También se pueden practicar actividades como la construcción de iglúes y orientación.

El refugio de la Pleta del Prat, en la base de la estación, dispone de cincuenta plazas de alojamiento y bar. Ofrece comidas y servicio de monitores y guías.

Alins

El municipio de Alins, que incluye seis núcleos de población, ofrece algunas de las panorámicas más espectaculares de los pirineos catalanes, como la de la Pica d’Estats.

Es un territorio de gran tradición montañesa y excursionista, con itinerarios complicados o senderos más sencillos, que se pierden entre bosques, cimas y lagos. También es territorio de iglesias y edificios conservados de gran interés arquitectónico e histórico artístico.

Tor

La historia de Tor, escrita con sangre, todavía no ha terminado. Todo comenzó en 1896. Los 13 vecinos de la pequeña aldea crearon una sociedad de condueños para regular la explotación de sus recursos naturales. Los estatutos establecían los requisitos para pertenecer a la sociedad: residir en el pueblo, ser cabeza de familia y tener casa abierta u otras propiedades. Pero las duras condiciones de vida en esta aldea, que todavía carece de electricidad, agua corriente o teléfono, hicieron que algunas familias y sus herederos se afincaran en otras poblaciones y perdieran el derecho sobre la montaña, justo antes de que la industria del esquí revitalizara los valles del Pirineo y se convirtiera en la principal fuente de riqueza de la vecina Andorra.

Tor arrastra esta disputa desde hace 23 años en los tribunales. La pugna por el dominio de una masa forestal de 2.300 hectáreas, junto a Andorra y sus pistas de esquí, ha dejado ya por el camino tres asesinatos y un reguero de odios y venganzas, envidias y amenazas.

Los reiterados intentos de la Justicia por dar carpetazo al pleito sólo han servido para mantener las heridas abiertas.

Salardú

Desde la anexión de los municipios de Tredòs, Bagergue, Gessa, Unha, Garòs y Arties efectuada en el año 1968, el término municipal de Salardú ha pasado a llamarse oficialmente Naut Aran o Cap d’Aran.

Salardú está situada a la derecha del rio Garona, que junto con el rio Unhola rodean esta población justo antes de encontrarse. Está situado en la carretera principal y pocos turistas saben que la carretera que va hacia el Parque Nacional de Aigüestortes y Colomers hay unas vistas memorables del pueblo, una panorámica que vislumbra tanto Salardú como Unha al fondo.

Arties

Ubicado a 7km de la estación de esquí Baqueira Beret y a 7km de Vielha, Artiés es uno de los municipios más bonitos de Lleida. El paso del río Garona por él regala hermosas estampas para los amantes de la naturaleza y de quienes valoran el hecho de poder dormir con el sonido del agua de fondo. Actualmente se encuentra poblado por 476 habitantes y como municipio pertenece a la localidad de Alto Arán. A pesar de su tamaño cuenta con algunos servicios públicos como escuela, biblioteca y todo tipo de restaurantes y bares.

Entre los lugares de más interés se encuentran la Iglesia romántica de Santa María Artiés y la gótica de San Juan, perteneciente al siglo XIV. Enfrente de esta iglesia se levantó un importante castillo del que en la actualidad tan solo quedan algunos restos. Lo mismo que ocurre con los Baños de Arties, que ahora están abandonados y de cuyas fuentes manaban aguas sulfurosas.

Para los amantes de la naturaleza y los animales, aquí pueden disfrutar de una especie muy difícil de contemplar en cualquier otro punto de la comarca. Se trata del oso pardo, que vive en un recinto cerrado pero en la misma calle, por lo que no es necesario pagar para poder ver al animal.

Las fiestas más interesantes para los locales son las que se celebran el 24 de junio por San Juan y el 25 del mismo mes, cuando festejan la romería de Sant Pelegrí.

Garós

Primer pueblo del Alto Arán, Garòs está atravesado por el popular Camin Reiau (caminos trashumantes) en uno de sus puntos más interesantes, ya que en su entrada por detrás de la iglesia de Sant Julià (s.XII) hay un importante yacimiento con restos paleocristianos, cuya antigua necrópolis está siendo prospeccionada desde hace años.

Como curiosidad cuenta la leyenda que la imponente torre de la iglesia albergó una calavera de nada menos que 3 metros de longitud, la de un guerrero llamado Gegant Mandrónius que luchó en la aldea aranesa de Betlán contra la invasión de los romanos.

Era Artiga de Lin

Tocando casi el extremo noroeste del Pirineo catalán, encontramos este Espacio Natural formado por un valle rodeado de grandes cumbres. Cuenta con uno de los parajes más apreciados y espectaculares de la Vall d’Aran, de Es Uelhs deth Joeu.

Situado en el noroeste de los Pirineos catalanes, haciendo frontera con Aragón, este espacio natural está formado por una vega muy cerrada que solo se abre por el norte y que está rodeada de altas cumbres como el Malh des Pois, también conocido como la Forcanada, de 2.881 metros de altitud. Bajo las cordilleras el paisaje se caracteriza por los prados en los que pastan vacas pardas pirenaicas y ovejas tarasconas aranesas, los hayedos y bosques de abetos y los numerosos torrentes y arroyos.

Uno de los lugares más espectaculares es Es Uelhs deth Joeu, u Ojos de Júpiter. Se trata de una impresionante cascada cuyas aguas provienen del glaciar del Aneto y que, después de recorrer cuatro kilómetros desde el valle de Benasque bajo tierra, aparecen con fuerza en medio del Espacio Natural.

Es fácil poder entrar, ya que desde la N-230, a la altura de Es Bòrdes, sale una carretera local que conduce hasta el centro del Espacio, donde se encuentra la ermita de la Mar de Diu dera Artiga de Lin y el paraje de Es Uelhs deth Joeu, ambos con aparcamiento. Asimismo, hay una vía que lleva al refugio de Artiga de Lin y varias pistas forestales. Se trata de una zona muy apreciada por senderistas, escaladores y ciclistas de montaña, así como por recolectores de setas y de hierbas medicinales.

El Espacio incluye la Reserva Natural Parcial de Bajo Aran, de acceso restringido para proteger especies de fauna montana en peligro de extinción como el oso pardo.

Gessa

Por su situación elevada que le ofrece buenas vistas sobre el bosque de Mont Romies y también por sus bonitas calles, Gessa es uno de los pueblos más pintorescos del Valle. Su iglesia parroquial románica está dedicada a San Pedro y tiene especial encanto el contraste de su esbelto campanario hexagonal sobre una gruesa y fuerte torre cuadrada.

Saliendo del pueblo hay un sendero que sube rápidamente por el profundo barranco de Corilha. A 1880 metros de altitud, en una posición impresionante, se encuentra la ermita de Sant Martín de Corilha. Colgada en el acantilado del mismo nombre, la ermita se sujeta en la roca en un punto donde se abre una pequeña gruta, dentro de la cuál debajo de un arco de medio punto se encuentra el altar. Una leyenda atribuye su origen a la aparición en este lugar de Sant Martin de Tours, quien ordenó a los vecinos de Gessa que le construyesen un oratorio a cambio de librarles de las tormentas que sufrían.

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