¡¡¡Hola Belug@s!!!. Conocer pequeños pueblos se convirtió en 2021 en toda una experiencia para nosotras y desde entonces no hemos parado de recorrer nuestra tierra para descubrir rincones nuevos.
En esta ocasión nos hemos venido hasta el Baix Empordà, comarca situada en la provincia de Girona y que junto con parte de las comarcas de l’Alt Empordà, el Gironés y el Pla de l’Estany, forma el territorio histórico y cultural de l’Empordà. ¿Empezamos nuestra última ruta?. ¡¡¡Adelante!!!.
Palau-Sator
El municipio de Palau-Sator está situado en la comarca del Baix Empordà, próximo a la costa y en la parte derecha del río Daró.
Para ir a visitarlo, podéis tomar la carretera local que se va de Pals a Torroella de Montgrí y coger un desvío a la izquierda dirección a la Bisbal d’Empordà. Lo encontrareis rodeado por los bonitos pueblos medievales de Pals, Vullpellac, Ullastret, Gualta, Torrent y Fontanilles. Muy próximo a otros pueblos de visita obligada como La Bisbal, Monells y el precioso Madremanya.
Conocemos la primera referencia de su existencia y el posible origen de su nombre, gracias un documento del año 994, en el que se hace mención a la Església de Sant Pere y a la gran Torre de Palau, esta última con el topónimo de “saTor”, sinónimo arcaico de torre, referida a la misma del antiguo castillo, que todavía hoy destaca en la población.
El pueblo rural de Palau-Sator dedica su principal actividad a la agricultura y la ganadería, principalmente al cultivo de hortalizas, cereales y maíz junto a la cría de ganado y aves de corral.
El núcleo de la villa, mantiene a día de hoy su arquitectura medieval. De su recinto amurallado ligeramente inclinado, destacamos la entrada por la calle del Portal, donde predomina la enorme Torre de las Horas, de 20 m. de altura, que formaba parte del antiguo castillo Palau-Sator.
La torre, de construcción románica y fechada en los siglos X y XI, recibe su nombre desde el día que allí se colocó el reloj público.
En el recinto medieval también podemos observar otros restos del castillo, una torre cilíndrica ataludada con aspilleras para armas de fuego, y las casas construídas dentro, que fueron edificadas en los siglos XVII y XVIII.
Como curiosidad contaros que en 1970 los restos de una necrópolis bajoromana o altomedieval fueron descubiertos para enterrarlos posteriormente.
El conjunto histórico del núcleo de Palau-Sator fue declarado en abril del año 2017, Bien Cultural de Interés Nacional.
Madremanya
La localidad de Madremanya, perteneciente a la comarca del Gironès, guarda todo el encanto de los pueblos medievales del Empordà a los que suma su carácter rural y la proximidad de los bosques de encinas y alcornoques del macizo de les Gavarres.
Este bello pueblo está situado en el extremo este de la comarca del Gironés y limita con el Baix Empordà.
Llegaremos a él por la carretera GIV-6701, junto a los pueblos de Bordils y Corçà, y muy próximo a otros pueblos medievales con encanto como Monells, La Pera, Púbol o Sant Martí Vell.
Del municipio salen también diversas carreteras y caminos que conducen a otros núcleos como Millàs, Pedró, Vilers, Mas Torrent o la Pera y también la ruta que asciende al Santuari dels Àngels, conocido por ser el lugar donde contrajeron nupcias el genio Salvador Dalí y Gala.
Durante la primera mitad del s.XX, Madremanya mantenía su naturaleza rural: aquí se producía harina, cebada, aceite y vino, entre otros productos, además de la explotación del agua de la Font Picant, situada en medio del macizo de las Gavarres, favoreciendo la creación de una planta embotelladora que funcionó desde finales del s.XIX hasta bien entrado el s.XX.
Madremanya es un lugar fantástico para disfrutar del turismo rural, y eso se nota por la cantidad de antiguas masías rehabilitadas, adaptadas para ofrecer un servicio de calidad, decoradas con gran gusto, incorporando materiales relacionados e integrados perfectamente con la naturaleza. Además de desconectar y disfrutar de los cielos estrellados fuera de la contaminación lumínica, podréis disfrutar de diversas actividades relacionadas con el agroturismo, enoturismo o los deportes al aire libre.
El núcleo antiguo de Madremanya se encuentra sobre la cima de una colina, en él destaca el campanar de la Iglesia parroquial fortificada de Sant Esteve, en buen estado de conservación. El edificio, de estilo románico tardío, fue construido sobre el año 1300 y consta de una amplia nave sobre la que reposa un ábside semicircular.
La torre del campanario es cuadrada con un tejado piramidal, donde se aprecia un antiguo reloj. Mantiene la estructura urbana de origen medieval, huella que apreciamos también en los elementos arquitectónicos y decorativos de las casas cercanas, datados en los s.XVI, XVII y XVIII.
Corçà
Corçà es una villa y municipio de la comarca del Baix Empordà que está formado por el núcleo principal de Corçà y los de Casavells, Cassà de Pelràs, además de los vecindarios de Anyells y Planils.
El pueblo de Corçà es mencionado por primera vez en el año 878 en un precepto de Luis el Tartamudo, el rey franco que dominaba estas tierras. El documento hace referencia a una de las posesiones del obispo de Gerona con el nombre de Quartianum. En la documentación del año 881 que confirma las posesiones del obispo, el pueblo está mencionado como Quertiano; más tarde, en el siglo XI, pasa a llamarse Quarciano y finalmente, en el siglo XVII, le llaman Corciano a los documentos en latín y Corsá (Corçà) en catalán.
El municipio de Corçà presenta una actividad diversa con un sector, principalmente, agrícola en Casavells y Matajudaica, y un sector comercial y multidisciplinar en Corçà que conforma, a la vez, un interesante centro histórico y un importante patrimonio histórico y arquitectónico.
La iglesia parroquial de Sant Julià y Santa Basilissa, documentada en 1065, es un gran edificio del siglo XVIII construido sobre un templo anterior, románico, de los siglos XII y XIII, algunas partes del cual subsisten.
La población de Corçà integra el vecindario y/o barrio de Santa Cristina, que se construyó durante la década de los setenta. Este barrio tomó el nombre de la ermita románica de Santa Cristina, situada a unos cientos de metros del núcleo de Corçà. Es un monumento protegido con categoría BCIL e incluido en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico Catalán.
Vulpellac
El casco antiguo fue declarado en 2009 por la Dirección General de Patrimonio de la Generalitat como bien cultural de interés nacional (BCIN) en la categoría de conjunto histórico. El pueblo está conformado por un núcleo de gran interés arquitectónico, que se estructura en torno al conjunto que forman el castillo-palacio y la iglesia parroquial de San Julián y Santa Basilisa.
El conjunto conserva buena parte de las características propias de los núcleos medievales catalanes.
La iglesia parroquial de San Julián y Santa Basilisa es la antigua capilla del castillo. El edificio actual es del siglo XVI, de estilo gótico tardío, con detalles renacentistas y fortificada.
El castillo-palacio, por su parte, mantiene en una buena parte la estructura esencial del siglo XIV, con numerosas reformas de la primera mitad del XVI, efectuadas por orden de Miguel Sarriera, que afectaron a la disposición interior y la decoración. Alrededor de 1725 se hicieron otras reformas y más adelante, el edificio fue convertido en casa de campo. Es un inmueble de dos plantas formado por tres crujías, que junto con la iglesia, enmarcan un pequeño patio interior de planta trapecial. En 1931 fue declarado monumento nacional.
Alrededor de la iglesia y del palacio hay restos dispersos de la muralla, algunos vestigios de la que se encuentran en medio de las casas del pueblo. El elemento mejor conservado es la torre-portal del noreste, de planta cuadrada y con la puerta adintelada. Se conserva otra torre, cilíndrica, al suroeste del pueblo, encajada entre las casas.
Hay algunos edificios de los siglos XVII y XVIII que tienen un interés notable como arquitectura popular en las callejuelas del norte en la plaza Mayor, donde hay casas con portales adintelados, escudos y algunos ventanales decorados. En la parte montañosa del término hay pequeñas zonas de pinos y encinas, y espacios de viña y olivos. En el resto de los cultivos, principalmente de secano, se plantan cereales, forrajes y legumbres. Hay un reducido sector de regadío, que aprovecha las aguas subterráneas, dedicado a hortalizas, maíz y forrajes.
Las granjas avícolas y la cría de ganado vacuno y porcino, con algunas actividades industriales derivadas, completan la economía.