¡¡¡Hola Belug@s!!!. De escapada por Huesca hoy conocemos Ainsa.
Desde lejos aparece como un apiñado caserío uniforme, proporcionado y armónico, donde la esbelta torre de la iglesia, el enorme recinto del castillo y una de las Plazas más bonitas de España destacan por encima de todo.
Sin embargo, dentro de las murallas la maravilla del románico en cada rincón, sorpresas constantes en cada detalle, calles, placetas, plaza e iglesia merecen una visita por sí solos.
Situada estratégicamente en la confluencia de los ríos Cinca y Ara, Aínsa es un punto de partida privilegiado para realizar excursiones a pie o en bicicleta, para montañeros y esquiadores, para cazadores y pescadores que encuentran aquí uno de los pocos rincones vírgenes que quedan en la actualidad.
Amantes del arte y de la historia, visitantes del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, el Parque Natural Posets-Maladeta y, atravesando el “Biello Sobrarbe”, el Parque Natural de los Cañones y la Sierra de Guara, encuentran su inicio aquí, en Ainsa.
Con 2.000 habitantes aproximadamente, Aínsa es muy atractivo para el turismo, al ser uno de los pueblos más bonitos de Huesca y más grandes de la comarca del Sobrarbe. Cuenta con dos núcleos claramente delimitados: la parte más moderna y comercial y la villa medieval.
Lugares de interés de Aínsa
Declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1965, Aínsa tiene numerosos atractivos turísticos, desde sus viejas y empedradas calles, hasta su monumental castillo (siglos XI-XVII), la muralla, la Plaza Mayor, la iglesia de Santa María (siglo XII) o las históricas Casa Arnal (siglo XVI) y Casa Bielsa (siglos XVI y XVII). A continuación, enumeramos algunos motivos imprescindibles para ir a este pueblo del Pirineo Aragonés en una escapada turística:
Castillo fortaleza de Aínsa
La parte más antigua del castillo, la torre del Homenaje, fue construida sobre restos árabes en el siglo XI, junto al recinto amurallado. Hoy la torre del Homenaje acoge el Eco Museo Centro de Visitantes. La mayor parte de la edificación del castillo actual se levantó en el siglo XVII y para ello se derribaron unas 70 casas de Aínsa pueblo. En el patio de Armas del Castillo de Aínsa se celebra, en el mes de julio, el Festival de Música Castillo de Aínsa y en septiembre, la Expo-feria de Sobrarbe.
Plaza Mayor de Aínsa
Todo hace suponer que la Plaza Mayor data de los siglos XII y XIII, los de mayor esplendor de la villa de Aínsa (Sobrarbe), lo cual explica las grandes dimensiones de la misma. Se conservan aún algunos edificios originales de esta hermosa plaza medieval. Su planta tiene forma de trapecio y todavía guarda restos de la primera muralla. Sus porches laterales, con arcos de medio punto, son los elementos más característicos de la plaza.
Casco antiguo de Aínsa
El casco antiguo de Aínsa sorprende por la belleza y antigüedad de sus edificios y monumentos. El núcleo original de la villa está formado por dos vías casi paralelas, la calle Mayor y la calle de Santa Cruz, además de por la Plaza Mayor, que se sitúa a continuación del castillo. El casco histórico de Aínsa es Conjunto Histórico Artístico desde 1965.
Iglesia de Santa María de Aínsa
Data de finales del siglo XI y comienzos del siglo XII y es uno de los templos más singulares de todo el Sobrarbe. Emblema del románico del Alto Aragón, esta iglesia tiene adosado un claustro de planta irregular, con tres lados románicos y dos góticos, fechados en los siglos XIV-XV. La torre de la iglesia, del siglo XI, tenía una doble función religioso-militar.
Comer en Aínsa
La comida típica de Huesca es muy alabada por propios y extraños y es un atractivo más para quienes aman el turismo gastronómico. Son muchos los platos típicos que se pueden degustar en los restaurantes de la zona, como el solomillo de ciervo o de vaca, las tripas de cordero rellenas, las mollejas crujientes, los caracoles y las tradicionales migas.
Algunos de los establecimientos más populares son Callizo Aínsa, ubicado en plena Plaza Mayor de Aínsa y que fusiona la cocina tradicional de alta montaña con la cocina moderna; y el Bodegón de Mallacán, situado en una casa medieval de finales del siglo XI, que tiene una terraza con vistas a la Plaza Mayor. No se pueden olvidar tampoco, Casa Falceto que ofrece, con una estética medieval de montaña y con unas vistas espectaculares, cocina tradicional vasca y española, y La Carrasca Pintxo, que es el sitio ideal para disfrutar de una comida informal a base de tapas y pintxos.
Qué ver en los alrededores de Aínsa
El entorno esconde pequeñas aldeas, rincones con encanto y monumentos que bien merecen planear rutas por Aínsa, aunque sean rápidas. Aquí enumeramos algunos atractivos singulares y algunos pueblos que visitar cerca de Aínsa:
Ruta de las Ermitas de Tella
Se trata de un interesante paseo circular por tres bonitas ermitas de Tella: la de los Santos Juan y Pablo (siglo XI), la de la Virgen de Fajarillas (siglo XII) y la de la Virgen de la Peña (siglo XVI). Las tres están en medio de la montaña, en las inmediaciones del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y a la entrada del pueblo de alta montaña de Tella.
Ibón de Plan
También denominado Basa de la Mora, este lago glaciar o ibón del Pirineo Aragonés se encuentra emplazado en un entorno natural espectacular, custodiado por enormes moles de piedra, bosques de pino negro y verdes praderas. Se llama así porque está localizado cerca del pueblo de Plan, famoso en su día por las “caravanas de mujeres”.
Embalse de Mediano
Ubicado en el término municipal de La Fueva (Huesca), es uno de los embalses más grandes de Aragón, con más de 1.700 hectáreas de superficie. Está destinado a regar las tierras de la zona y a la producción de energía eléctrica. En el entorno de la Torre de Mediano se pueden practicar diversos deportes de aventura, lo cual le convierte en un destino ideal para ir a Aínsa.
Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido
Situado en la comarca aragonesa del Sobrarbe y con 15.000 hectáreas de extensión, es el segundo parque nacional más antiguo de España y el séptimo en número de visitantes. Su mayor elevación es el Monte Perdido, del que descienden impresionantes valles glaciares, como el de Ordesa, que está recorrido por el río Arazas.
Real Monasterio de San Victorián
Este complejo monástico está en la localidad de Los Molinos, en la comarca de Sobrarbe. Dicen que data del siglo VI y que podría ser el monasterio más antiguo de la Península Ibérica. Sin embargo, documentalmente no se confirma su existencia hasta el siglo X.