CANTABRIA: Santillana del Mar, Comillas y San Vicente de la Barquera

¡¡¡Hola Belug@s!!!. Hoy visitamos, Cantabria. Nos han bastado dos días para enamorarnos de estas preciosas tierras del norte de España y, aunque no nos da tiempo de visitar cada uno de estos preciosos pueblos, aquí os dejamos nuestra ruta por 3 de los imprescindibles.

 

Santillana del Mar
Desde hace más de 15.000 años, el hombre ha elegido las tierras en las que hoy se asienta Santillana del Mar como su hogar, su territorio, su medio de vida y sobre todo, un lugar en el que legarnos su arte y su cultura.

Hoy en día y miles de años después,  Santillana del Mar ofrece a los visitantes todo para conocer cada casa, cada palacio y cada rincón de esta villa.

Desde los primeros asentamientos prehistóricos, hasta el apogeo señorial y pasando por las épocas de gran pujanza eclesiástica, Santillana del Mar ha venido adquiriendo un legado artístico, cultural y monumental incomparable. La excelente conservación de sus casonas, su colegiata y los numerosos palacios, nos sumergen durante nuestra visita a un tiempo lejano.

Su inmejorable situación geográfica y el bello entorno natural en el que se enmarca, hacen de Santillana un lugar cercano y al mismo tiempo, un lugar alejado de todo en el que evadirse disfrutando del paisaje, de sus gentes, de su historia o de su amplia agenda cultural.

Su inmejorable situación geográfica y el bello entorno natural en el que se enmarca, hacen de Santillana un lugar cercano y al mismo tiempo, un lugar alejado de todo en el que evadirse disfrutando del paisaje, de sus gentes, de su historia o de su amplia agenda cultural.

Pero no todo es pasado en Santillana del Mar. La villa continúa la evolución que la ha traído hasta nuestros días y cuenta con una ferviente actividad cultural, que la convierten en uno de los referentes culturales de Cantabria y el resto del territorio nacional. Una villa abierta a todos, cada día y cada hora del año, una villa moderna y actual, de ocio, de arte, de turismo y preparada para un futuro prometedor.

Casa Balbina

Y que mejor lugar para cargar pilas en Santillana de Mar que Casa Balbina. Sencillo, a buen precio y calidad de 10, este pequeño bar a la entrada de Santillana, es perfecto para vuestros desayunos y comida.

Tipo o bar de pueblo donde os sentiréis como en casa, gracias, principalmente, por la atención de sus dos camareros y dueños, que en todo momento os harán sentir como los reyes del lugar.

Comillas

Con una superficie de 18.46 km2, en 2022 esta pequeña población tenía unos 2126.

El origen del topónimo Comillas, se cree, deriva de la orografía de la zona, caracterizada por un suave relieve de colinas y dolinas. Ello fue condicionante para los primeros asentamientos durante la Prehistoria.

Noble y aristocrática villa asentada sobre suaves colinas que prestan abrigo a su preciosa playa y su recogido puerto.

Comillas registró sus primeros poblamientos en la prehistoria, como demuestran las cuevas de La Meaza, con pinturas rupestres paleolíticas de hace 14.000 años. Fueron descubiertas en 1907. También se han hallado en su territorio yacimientos arqueológicos de un castillo medieval en Peñacastillo.

La plaza vieja, la iglesia parroquial y algunas casas del centro de la villa son una excelente muestra de arquitectura popular del siglo XVIII. El resto de los edificios notables corresponden a finales del siglo XIX y principios del XX, época en la que Comillas gozó de su máximo esplendor económico y social favorecido por la iniciativa de Antonio López y López, indiano emigrante a Cuba y fundador de la gran compañía naviera «La Trasatlántica». Su poder financiero y su amistad con la Corona le valieron el título de primer marqués de Comillas, título que le otorgó Alfonso XII en 1882.

El impulso que el marqués de Comillas dio a su villa natal llegó a su punto álgido en los veranos de 1881 y 1882, con la presencia de los reyes, la Corte y el Gobierno. El 6 de septiembre de 1981 se llegó a celebrar en la villa un Consejo de Ministros.

En una de estas vacaciones reales, el marqués hizo instalar el primer alumbrado público de España. En la zona de Sobrellano, edificó el palacio de Sobrellano -estilo neogótico-, que fue diseñado por Martorell y Domenech i Muntaner. Junto a éste se encuentra la capilla panteón del mismo estilo, y muy próximo, el palacio modernista del genial arquitecto catalán Antonio Gaudí, denominado «El Capricho». Frente a este conjunto arquitectónico y en el alto de la Cardosa se erige la Universidad Pontificia, de estilo neogótico con influencia mudéjar. Su construcción fue también a expensas de Antonio López y López y se distingue por su monumentalidad y su característico color rojizo. Cuenta además con excelentes artesonados de madera.

El II marqués crea la Universidad Pontificia, aunque el edificio fue levantado por los Jesuitas Don Claudio se lo ofrece al Papa, otorgándole el titulo de Pontificia. En la actualidad, La Fundación Comillas es una organización privada sin ánimo de lucro, creada en 2005. Su objetivo principal es la puesta en marcha, desarrollo y gestión de un centro de excelencia dedicado a la promoción y enseñanza especializada de la lengua y la cultura hispánicas.

Localidad natal de numerosos obispos y arzobispos, a Comillas se la conoce como la «Villa de los Arzobispos». Fue también cuna de otros hombres ilustres como Jesús Cancio, el poeta del mar.

La villa posee una playa de fina arena próxima al puerto pesquero. Por el interés ecológico de su costa, está incluida en el Parque Natural de Oyambre.

Las fiestas más populares y multitudinarias de Comillas son las que se celebran entre el 15 y el 18 de julio con motivo del Cristo del Amparo.

Bar Guadalupe

Perfecto para parar y tomar un aperitivo bien merecido, el Bar Guadalupe está ubicado a escasos metros de la plaza central del pueblo.

Buena cocina, perfecta ubicacion y números espacios temáticos, hacen del bar Guadalupe el sitio ideal para disfrutarlo con amigos y familia.

San Vicente de la Barquera

Antiguo refugio de pescadores, San Vicente de la Barquera representa una de las más pintorescas estampas de la cornisa cantábrica, con sus playas, su puebla vieja y el excepcional fondo de las cumbres nevadas de los Picos de Europa.

La puebla vieja de San Vicente fue declarada Bien de Interés Cultural de Cantabria en 1987, por su interesante conjunto monumental, del que forman parte la iglesia de Santa María de los Ángeles, construida entre los siglos XIII y XVI, el castillo y los restos de una muralla.

Los puentes son otro de los signos de identidad de esta villa, como el de la Maza, con 28 ojos, que fue construido por mandato de los Reyes Católicos en el siglo XVI, o el del Parral que data del siglo XVIII.

También posee un magnífico compendio de playas como son Fuentes, Primera de San Vicente, El Rosal, El Tostadero, Merón y Gerra, y una hermosa ría repleta de botes y barcas de vivos colores.

La vocación marinera de San Vicente de la Barquera se aprecia asimismo en su gastronomía, que incluye excelentes pescados y mariscos y tiene su máxima expresión en el sorropotún o marmita barquereña, un guiso preparado a base de bonito y patatas.

El Manantial

Y si el hambre aprieta después de recorrer esta preciosa población, El Manantial es perfecto para hacer una parada en boxes.

Buena materia prima,buena atención y una ubicación perfecta, cercana a la entrada del puerto y a escasos metros del centro de la ciudad.

La Osteria

Cuentan los historiadores que en el Año I AC, Cayo Sergio Orata, inventor de las termas romanas, aprovechando su ingenio y el apetito de la alta sociedad por las ya famosas ostras, desarrolló el cultivo a gran escala de este molusco mediante presas para controlar las mareas y bóvedas para favorecer su cultivo.

Se dice que en aquellos años la ostra de la ría del Portus Vereasueca, actual San Vicente de la Barquera, era ya conocida como una de las mejor valoradas del Imperio.

Dos mil años después, en pleno corazón del Parque Natural de Oyambre, en la ría de Rubín, al refugio del mar Cantábrico y bañadas por las aguas del Río Escudo continuan con la labor cultivando de manera artesanal la ostra rizada o japónica, una variedad con una textura inigualable y un sabor repleto de matices.

Y de la pasión por la gastronomía, con el fin de dar a conocer y presentar esta joya de la ría en varias de sus múltiples elaboraciones, surge La Ostrería, ubicada a las afueras de San Vicente de la Barquera, es el lugar ideal para un capricho en pareja.

Bar El Rayo Verde

Ubicado también a escasos kilómetros de San Vicente de la Barquera, el Rayo Verde es el lugar ideal para cerrar vuestro día.

Con una posición privilegiado a la alto de un pequeño cerro con vistas al mar, el Rayo Verde goza de las mejores vistas de una preciosa puesta de sol a orillas del mar.

Con deliciosas hamburguesa y cerveza fría, este sunset bar es perfecto para poner el broche final a vuestras vacaciones y llevaros en el recuerdo, las mejores vistas del Cantábrico a ritmo de buenas música y sin pretensiones de nada más, que disfrutar de la vida.

 

Seguro nos dejamos mil cosas por ver y por hacer y es más que seguro que volveremos, pero ha sido un placer conocer una pequeña parte de las tierras cántabras que tanto tienen que ofrecer al viajero. ¿Seréis los próximos en venir?.

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