DINAMARCA: Copenhague

¡¡¡Hola Belug@s!!!. A pesar del tamaño de la ciudad, Copenhague tiene una reputación de peso en cuanto a gastronomía, diseño y calidad de vida.

La capital más acogedora del norte de Europa es ecológica, limpia y fresca, con una arquitectura moderna que se mezcla con majestuosos palacios y preciosos parques y jardines.

Si no tenéis problemas de fechas, os recomendamos buscar vuelos a Copenhague de mayo a septiembre, cuando el clima de Copenhague es más agradable y hay más eventos culturales en sus calles, ¿Empezamos?.

 

Moneda de Dinamarca

La moneda oficial de Dinamarca es la corona danesa y la tasa de cambio varía poco y suele situarse en torno a las 7,5 coronas danesas por cada euro. Aunque siempre recomendamos llevar algo de efectivo, en la mayoria de lugares, se puede pagar con tarjeta. De echo, es la manera más común de pago.

 

Como llegar del Aeropuerto al centro

El Aeropuerto de Copenhague-Kastrup fue inaugurado en 1925 y es uno de los más importantes de los países nórdicos, con más de 23 millones de pasajeros anuales. Cuenta con 3 terminales, oficinas para cambiar moneda y también da servicio a la ciudad sueca de Malmö.

Entre los destinos frecuentes que vuelan a Copenhague destacan París, Madrid, Berlín, Estocolmo y otras capitales europeas.

Hay un autobús gratuito que comunica las 3 terminales del aeropuerto de Copenhague. Las paradas de metro, tren y autobús para llegar al centro de la ciudad se encuentran en la terminal 3.

Tren

Llegar en tren desde el Aeropuerto de Copenhague al centro de la ciudad es la forma más rápida y cómoda. Los trenes comunican la terminal 3 del aeropuerto con la estación Hovedbanegården y su frecuencia es de unos diez minutos.

El precio del billete desde el aeropuerto hasta la Estación Central de Copenhague es de 36 kr (4,80 €).

Metro

Otra opción bastante cómoda es llegar a Copenhague desde el aeropuerto en metro. El precio de un billete hasta el centro es de 36 kr (4,80 €), igual que en tren, el trayecto dura algo más, unos treinta minutos.

La principal ventaja del metro es que opera las 24 horas del día, aunque la frecuencia es de 20 minutos por la noche. Durante el día, hay metros cada 5 minutos.

Podéis adquirir vuestros billetes en estas maquinas, a escasos metros de la terminal. Nosotras nos decidimos por el metro y fue un acierto: accesible, limpio y muy puntual.

 

Que ver en Copenhague 

Copenhague es una capital avanzada a su tiempo, cuna del diseño y de la sostenibilidad, donde las bicicletas y los espacios verdes forman parte del skyline de la ciudad. La capital de Dinamarca es un destino en auge gracias a sus monumentos, su gastronomía, sus castillos y sus múltiples caras y hoy te queremos enseñar sus atracciones principales.

Torvehallerne KBH

Torvehallerne es una de las joyas de Copenhague tanto para los lugareños como para los turistas. Podréis encontrar especialidades locales, verduras frescas y exquisitas barras de comida donde conseguir especialidades de todo el mundo.

Desde el momento en que entráis en Torvehallerne, estaréis inmerso en su atmósfera: puestos de verduras, floristerías, carritos de comida, colores y olores, y mucho más.

Cuando entréis en uno de los dos mercados, os llegará el aroma de diferentes rincones del mundo. A un lado y a otro hay pequeñas tiendas que venden utensilios de cocina y repostería, tiendas especializadas que venden bollos de crema veganos, pasteles de masa madre, quesos, mariscos y mucho más, asi como pequeños puestos de comida que sirven exquisitas especialidades como tapas españolas, crepes francesas, ostras, sándwiches abiertos y montaditos espectaculares, sólo por nombrar algunos.

Los puestos de Torvehallerne son conocidos por su alta calidad, predominantemente sostenible y orgánica.

También hay muchos puestos que son pequeñas empresas independientes que participan en todo el proceso hasta llegar a vuestros paladares. Por lo tanto, podéis esperar una calidad extremadamente alta, ya sea comprando artículos para llevar a casa, como e la comida para comer en los pasillos o comida preparada para llevar.

Torvehallerne está situado justo al lado de Nørreport St., por lo que no podría ser más céntrico.

Aunque no es necesario comprar ni comer nada, os recomendamos simplemente pasear por las dos salas y empaparos del ambiente.

Kastellet

La Ciudadela de Copenhague es una fortificación construida por Christian IV como refuerzo de las murallas que rodeaban la ciudad, para proteger el puerto de Copenhague.

Este bastión con forma de estrella, muy típica en la arquitectura militar del Renacimiento, es la fortaleza defensiva más antigua de Europa, una de las que se encuentra en mejor estado de conservación (la gran mayoría de sus construcciones son las originales) y que aún está en funcionamiento.

Kastellet se encuentra en la parte norte del centro de la ciudad, muy cerca de La Sirenita y de la fuente Gefion (ubicada justo frente a la entrada sur de la fortificación), así que es posible armar el itinerario para visitarlos en el mismo día.

La construcción de la Ciudadela comenzó en 1626, durante el reinado de Christian IV, y finalizó aproximadamente en 1660, en el reinado de su hijo Frederik III, debido a sucesivas remodelaciones y ampliaciones.

Tras los ataques de la Armada Sueca durante la Guerra Sueco-danesa (1658-1660) se reforzaron todas las instalaciones y se ampliaron los fosos y terraplenes, tareas que se completaron alrededor de 1720 (reinado de Frederik IV).

En la actualidad, Kastellet es una zona protegida que cumple la función de parque público a la vez que funciona como área militar utilizada por la Guardia danesa, entre otros cuerpos militares.

Kastellet es un verdadero oasis en medio de la ciudad. Se trata de un parque impecablemente cuidado con detalles, como estatuas, monumentos y antiguos cañones, que sorprenden gratamente a sus visitantes a lo largo de todo el recorrido. Un paseo perfecto para realizar en un día de sol, ya sea a pie o en bicicleta, para tomar fotografías de las hermosas vistas y paisajes y deleitarse con los maravillosos canales.

Uno de los principales atractivos de Kastellet quizás sea su peculiar molino de viento, de estilo danés. Si bien puede parecer extraño hallar un molino en una fortificación militar, en verdad cumplía una función muy importante en momentos de asedio: la de proveer alimento a la guarnición militar.

La apertur del complejo es de Domingo a Sábado 6 a 22h.

La Sirenita

¿En quién se inspira la sirenita de Copenhague? ¿Por qué ha sido víctima de numerosos actos vandálicos? ¿Qué relación guarda con el fundador de la cerveza Carlsberg?

El icono indiscutible de Copenhague es la sirenita de bronce que descansa sobre una roca en el puerto de la capital, a orillas del Báltico. Desde su nacimiento en 1913, esta curiosa figura ha suscitado todo tipo de leyendas, actos vandálicos y curiosas anécdotas. Mide 125 centímetros y pesa 180 kilos.

La sirenita fue diseñada por encargo de Carl Jacobsen, hijo del fundador de la marca de cerveza danesa Carslberg, que quiso regalarle a la ciudad de Copenhague una escultura única. El elegido para hacer su deseo realidad fue el escultor danés Edvard Eriksen.

El objetivo de Jacobsen era homenajear al escritor de cuentos Hans Christian Andersen y a su obra maestra: La sirenita. La historia de esta joven sirena que renunció a su vida por estar con su amado es palpable en el rostro de la escultura, que mira con melancolía hacia el mar.

El escultor Erikson quiso usar como modelo a la bailarina de ballet Ellen Price, que se hizo famosa en Dinamarca precisamente por interpretar el papel de sirenita. Sin embargo, ante la negativa de la artista a posar desnuda, el escultor tuvo que inspirarse en el cuerpo de su mujer, utilizando tan solo la cabeza y el rostro de la bailarina.

Desde 1913, la sirenita (Den lille havfrue en danés) ha recibido a millones de visitantes que la han consagrado como el monumento más visitado de Copenhague.

En el año 2010, la sirenita viajó hasta Asia para representar a Dinamarca en la Expo de Shanghái. Durante los seis meses que estuvo fuera, una pantalla colocada en la roca proyectó imágenes en directo de la sirenita desde Shanghái.

La sirenita de Copenhague ha sido decapitada en dos ocasiones, pintada de varios colores e incluso arrojada al mar cuando un pequeño artefacto la arrancó de la roca. La cabeza actual de la sirenita es una réplica de la original, que nunca fue recuperada tras ser robada por primera vez.

La fama de la sirenita es tal que, desde el año 2012, cuenta con un alter ego masculino en la ciudad danesa de Elsinore. Su nombre es Han y está fabricado con varios metales que hacen el efecto de espejo. Además, gracias a un complejo mecanismo, ¡la estatua parpadea cada hora!

Palacio Amalienborg

A muy pocos metros de la majestuosa iglesia de mármol de Copenhague, se encuentra el Palacio de Amalienborg, la residencia real de la monarquía de Dinamarca.

Este complejo palaciego en pleno centro de Copenhague está compuesto por cuatro palacios construidos alrededor de una plaza. En el centro de estos cuatro palacios se encuentra la estatua ecuestre del monarca que ordenó construirlos: Federico V.

Sin embargo, el paso de la familia real por Amalienborg comenzó siendo temporal, cuando un terrible incendio arrasó el Palacio de Chrisiansborg y tuvieron que fijar aquí su nueva residencia. Los cuatro palacios son de estilo rococó y fueron construidos a mediados del siglo XVIII.

  • Palacio de Frederick VIII: es la residencia real del príncipe heredero de Dinamarca, Federico, y su familia.
  • Palacio de Christian VII: no está habitado y se utiliza para la celebración de eventos oficiales y la acogida de invitados de honor de la reina. Fue el más caro de los cuatro palacios.
  • Palacio de Christian VIII: es el único palacio abierto al público y alberga el Museo de Amalienborg.
  • Palacio de Christian IX: Es el palacio donde reside la reina Margarita II de Dinamarca. Si la bandera está izada, significa que la reina está en casa.

Uno de los principales atractivos de Copenhague es ver el cambio de la Guardia Real. El desfile se produce todos los días a media mañana y es todo un espectáculo.

Los soldados reales comienzan su recorrido desde el Castillo de Rosenborg a las 11:30 horas y desfilan por el barrio latino de Copenhague, Ostergade, Kongens Nytorv, y acaban en el Palacio de Amalienborg para hacer el cambio de guardia.

Es importante tener en cuenta que el cambio de guardia de Copenhague solo se celebra al son de la orquesta real cuando la reina está en el palacio.

En el Palacio de Christian VIII se encuentra el Museo de Amalienborg, que expone la historia de la monarquía de Dinamarca a través de estancias reales, fotografías y retratos. En el Museo de Amalienborg es posible retroceder 150 años y contemplar muebles históricos y utensilios de la época.

Además, podéis ver la sala del piano y asomaros al hall principal, donde hoy en día se siguen celebrando galas y la reina recibe a nobles internacionales.

Iglesia de Mármol 

La Iglesia de Mármol o Iglesia de Federico es el mejor ejemplo de arquitectura barroca en Copenhague. Se encuentra justo enfrente del Palacio de Amalienborg y está inspirada en la cúpula de la Basílica de San Pedro del Vaticano.

La Iglesia de Mármol comenzó a construirse por orden del rey Federico V en 1749, pero las obras se pararon veinte años más tarde por falta de presupuesto. El arquitecto inicial, Nicolai Eigtved, había diseñado una iglesia de estilo rococó que acabó siendo de puro estilo barroco cuando se terminó de construir 150 años después.

La cúpula verde de la Iglesia de Mármol de Copenhague destaca sobre el resto de monumentos de Copenhague, marcados por la austeridad típica de la arquitectura danesa. ¡Es la iglesia favorita por los daneses para casarse!

La cúpula de mármol de la Iglesia de Francisco es la parte más llamativa del templo. Con sus 31 metros de diámetro y sus 50 metros de altura, es la cúpula más grande de todos los países escandinavos.

En su interior, la cúpula de mármol está decorada con pinturas de los doce apóstoles intercaladas con medallones que representan los sacramentos del catolicismo. Además, merece la pena subir a la cúpula y disfrutar de las vistas que ofrece del Palacio de Amalienborg y del centro de Copenhague.

Nyhavn

La imagen típica de las postales de Copenhague son las casas de colores a orillas del canal Nyhavn, en pleno centro de la ciudad. Sus terrazas a orillas del canal o sus barcos encallados en el mar hacen de Nyhavn uno de los lugares con más encanto de Copenhague.

A mediados del siglo XVII, el rey Christian V ordenó construir el canal de Nyhavn como principal puerta de entrada del mar en Copenhague. Esta zona pronto se hizo famosa por sus cervecerías y locales de prostitución, aunque hoy en día ha cambiado radicalmente su esencia.

Seguramente, después de la sirenita, la segunda imagen que se le viene a todo el mundo a la cabeza al pensar en Copenhague son las casas de colores del canal Nyhavn. Este paisaje de postal es uno de los lugares más visitados de la ciudad por sus históricos barcos de madera, los numerosos restaurantes de la zona y el animado ambiente que hay siempre en Nyhavn.

A escasos metros del canal Nyhavn se encuentra una de las esculturas más significativas de Copenhague: el Ancla Memorial (Mindeankeret). Esta escultura es un homenaje a los marinos caídos en la Segunda Guerra Mundial defendiendo a Copenhague de los ataques y bombardeos alemanes.

El Ancla Memorial siempre amanece con flores y velas en honor a los más de 1.700 oficiales y militares daneses que perdieron la vida en uno de los peores espisodios de la historia de Copenhague.

Que podeis hacer en el canal:

Dar un paseo en barco por los canales: el canal Nyhavn es el punto de inicio de las múltiples rutas que recorren en barco los canales de Copenhague.

Comer a orillas del canal: sus numerosas terrazas y restaurantes convierten a Nyhavn en una de las mejores zonas donde comer en Copenhague. ¡También encontraréis cafeterías del siglo XVII!

The King’s Garden

En pleno centro de Copenhague se encuentran los Jardines del Rey (Kongens Have), el pulmón verde favorito de daneses y turistas. Es el parque más antiguo y visitado de Copenhague.

Los Jardines del Rey o Kongens Have son los jardines que rodean al Castillo de Rosenborg, en pleno centro de Copenhague. Este parque creado en el siglo XVII es el más antiguo de Dinamarca y el preferido por los habitantes de la capital para pasar las tardes en primavera y verano.

Estos jardines reales sirvieron como como zona de recreo del rey y los invitados que llegaban a Rosenborg, y fueron utilizados como huerto para alimentar a la corte del castillo.

Cuatrocientos años después, en los Jardines del Rey es bastante común ver a grupos de daneses haciendo pícnics en Kongens Have, jugando en familia, leyendo o tocando instrumentos.

  • Castillo de Rosenborg: esta joya barroca alberga la colección de joyas de la Casa Real de Dinamarca, tesoros de hace más de 400 años y muchas otras reliquias históricas.
  • Esculturas: los Jardines del Rey están llenos de esculturas variopintas. La más famosa es la estatua del escritor de cuentos danés Hans Andersen.
  • Pabellón de Hércules: este bonito pabellón de piedra blanca se encuentra al final del parque y alberga una bonita cafetería donde tomar algo y disfrutar de las vistas.
  • Eventos y conciertos: durante prácticamente todo el año, los Jardines del Rey acogen eventos culturales, actuaciones y conciertos.

Castillo de Rosenborg

En los Jardines del Rey, en pleno centro de Copenhague, se levanta el majestuoso Castillo de Rosenborg, que mantiene intactos tesoros de hace más de 400 años.

Los orígenes del castillo de Rosenborg en Copenhague se remontan a 1606, cuando el rey danés Christian IV mandó construir un majestuoso castillo para residir en verano, unos hermosos jardines y un huerto para abastecer a la corte real.

Aunque la construcción del castillo tardó treinta años en finalizarse, Rosenborg pronto se convirtió en el castillo preferido por el monarca. Tanto es así, que antes de morir, el rey Christian IV pidió que lo llevaran allí a pasar sus últimos días.

El castillo de Rosenborg sirvió de residencia real hasta 1710, cuando Federico IV cambió su residencia de verano a un palacio más moderno. En ese momento Rosenborg pasó a albergar la colección real de joyas y otros objetos de valor, que se exponen en estancias que han permanecido intactas desde el siglo XVIII.

Visitar el castillo de Rosenborg es recorrer 400 años de historia de Copenhague. Las alcobas reales están cuidadosamente decoradas con mobiliario original del siglo XVIII, cuadros históricos y pomposa ornamentación.

Entre las estancias reales de Rosenborg destacan el salón del trono, custodiado por tres leones de plata; la sala de tapices reales, que alberga piezas que narran las guerras sueco-danesas; y un trono con retrete incorporado.

Sin duda la parte más valiosa del castillo de Rosenborg es la colección de joyas de la Casa Real de Dinamarca. Entre estos pequeños tesoros se encuentran las coronas originales de varios monarcas daneses, cetros, pendientes y sortijas de diamantes y otras piedras preciosas. La reina Margarita II utiliza algunas de estas joyas en ocasiones muy especiales.

La mejor forma de conocer la historia de este monumento y de disfrutar de los tesoros artísticos que alberga es reservar una visita guiada por el castillo de Rosenborg con un guía de español. Además, podéis aprovechar la visita al castillo de Rosenborg para dar un paseo por los Jardines del Rey, una visita imprescindible en Copenhague.

Rundetårn

La Rundetaarn de Copenhague alberga el observatorio en funcionamiento más antiguo de Europa, un telescopio de 1929 y un excelente mirador en la cima.

La Torre Redonda de Copenhague es una de las construcciones más curiosas de la ciudad. Fue construida en 1642 por orden del rey Christian IV, con el objetivo de crear el primer observatorio astronómico de Copenhague. Hoy en día, el observatorio de Rundetaarn sigue siendo el más antiguo de Europa.

Durante siglos, la Torre Redonda fue el epicentro de la astronomía de Dinamarca. En su interior es posible ver el telescopio de 1929 y los mapas de las constelaciones tal y como se diseñaron en la época. Además, en la subida al mirador de la torre se encuentra un planetario del siglo XVII con el Sol como el centro del universo.

La característica más llamativa de la Torre Redonda de Copenhague es su rampa en espiral. Este curioso diseño no es casualidad, y se repite en otros edificios famosos como la Giralda de Sevilla. El objetivo era que el rey Christian IV pudiera subir hasta el observatorio de la cima a lomos de su caballo.

Tras dar siete vueltas y media por la rampa en espiral se llega al mirador de la Torre Redonda, a 34,8 metros de altura. Desde aquí es posible ver todos los edificios del corazón de Copenhague desde las alturas. ¡La ubicación de Rundetaarn es inmejorable!

Entre los demás atractivos de visitar la Torre Redonda de Copenhague destacan la antigua biblioteca (hoy reconvertida en sala de exposiciones), el desván de las campanas y una plataforma de cristal donde asomarse a los 25 metros de caída.

Jardines de Tivoli

Dentro de las atracciones de Copenhague, los Jardines Tívoli es la más popular, con más de 4 millones de visitantes al año. Desde su inauguración en 1843, el Tívoli ha sabido mantener su aura de fantasía y diversión, enamorando tanto a pequeños como adultos.

monumentos que rodean al Tívoli, el Ayuntamiento de Copenhague y la Estación Central, son posteriores a este mítico parque de atracciones.

La importancia del Tívoli es tal que hasta el mítico parque Disneyland Paris se inspiró en los Jardines Tívoli para crear este lugar de fantasía.

Los Jardines Tívoli son una atracción turística excelente, sobre todo si viajáis en familia. Paseando por los jardines es posible ver desfilar a la Guardia del Tívoli, un grupo de guardias jóvenes vestidos con un traje similar al de la Guardia Real del Palacio de Amalienborg.

Los edificios más famosos de los Jardines Tívoli simulan construcciones famosas de todas partes del mundo, como una pagoda, un palacio árabe y hasta una fragata.

Entre los espectáculos del Tívoli destaca Pantomima Theatre, varios shows de pantomima y ballet que se representan en los distintos escenarios al aire libre. Además, si tenéis suerte, podréis disfrutar del Friday Rock. Se trata de un festival de rock de bandas danesas que se celebra cada viernes dentro del parque.

 

Como veis, Copenhague tiene mucho que ofrecer en dos días, y mucho más en sus alrededores si vuestra estancia es más larga. Así que, no dejéis pasar la oportunidad de conocer esta verdadera joya, porque os aseguramos, que no os decepcionará.

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