¡¡¡Hola Belug@s!!!. El barrio de Gràcia, con su aire de pueblo dentro de la ciudad, esconde rincones donde el tiempo parece detenerse entre tapas, vermuts y conversaciones al sol. Más allá de las plazas bulliciosas y las calles estrechas, hay bares con alma que forman parte del paisaje cotidiano y sentimental del barrio y hoy queremos presentarte algunos de estos rincones.
Raspall
Situado en Travessera de Gràcia, 197, es conocido por su ambiente animado y acogedor, atrayendo a una clientela diversa que a menudo se extiende hasta la calle debido a su popularidad.

Dentro, el espacio combina lo clásico con toques modernos, ofreciendo una decoración sencilla pero con carácter. La carta destaca por su selección de tapas bien elaboradas, entre las que sobresalen las croquetas caseras, la ensaladilla rusa y la tortilla de patatas, siempre servidas con una sonrisa.


Además de su oferta gastronómica, el Bar Pietro es famoso por sus vermuts artesanales y su excelente selección de vinos y cervezas locales. Es habitual ver tanto a vecinos del barrio como a visitantes habituales que buscan un lugar auténtico donde compartir una charla y algo de picar.




Sin duda, un rincón imprescindible para quienes desean saborear la esencia de Gràcia en un entorno cálido y sin pretensiones.
Bar Pietro
Situado en Travessera de Gràcia, 197, es conocido por su ambiente animado y acogedor, atrayendo a una clientela diversa que a menudo se extiende hasta la calle debido a su popularidad.

Dentro, el espacio combina lo clásico con toques modernos, ofreciendo una decoración sencilla pero con carácter. La carta destaca por su selección de tapas bien elaboradas, entre las que sobresalen las croquetas caseras, la ensaladilla rusa y la tortilla de patatas, siempre servidas con una sonrisa.
Además de su oferta gastronómica, el Bar Pietro es famoso por sus vermuts artesanales y su excelente selección de vinos y cervezas locales. Es habitual ver tanto a vecinos del barrio como a visitantes habituales que buscan un lugar auténtico donde compartir una charla y algo de picar.

Sin duda, un rincón imprescindible para quienes desean saborear la esencia de Gràcia en un entorno cálido y sin pretensiones.
La Vermuteria del Tano
Ubicada en la calle Joan Blanques, 17, en pleno corazón de Gràcia, La Vermuteria del Tano es uno de esos locales que conservan intacto el encanto del barrio. Pequeña, con aire de tasca de toda la vida, destaca por su autenticidad y por el ambiente familiar que se respira desde que se cruza la puerta.


Aquí, el vermut es el protagonista indiscutible. Servido con sifón y acompañado de una banderilla o unas aceitunas, es casi un ritual entre los parroquianos que llenan sus mesas y su pequeña barra cada mediodía.

El local mantiene una estética sencilla y algo nostálgica, con barriles de madera, botellas alineadas en estanterías altas y fotografías antiguas en las paredes. La oferta de tapas es modesta pero efectiva: embutidos, quesos, conservas de calidad y, cómo no, patatas chips con salsa Espinaler.

Frecuentada por vecinos fieles y amantes del vermut, La Vermuteria del Tano es un punto de encuentro que resume a la perfección el espíritu de barrio y la tradición vermutera de Barcelona.
La Rovira
En pleno corazón del barrio de Gràcia, frente a la encantadora Plaça Rovira i Trias, se encuentra La Rovira, un local que se ha convertido en punto de encuentro imprescindible para quienes buscan buena cerveza, bocadillos con personalidad y un ambiente que respira autenticidad barcelonesa.
La Rovira encarna a la perfección el espíritu de Gràcia: cercano, acogedor y con ese aire desenfadado que tanto gusta a los vecinos del barrio. Su decoración combina elementos vintage, como muebles de madera, mármol y objetos de otra época, con un ambiente cálido y relajado.
El espacio se reparte entre una zona de barra animada, un altillo con mesas ideales para grupos y una terraza exterior que se llena en cuanto el sol asoma por la plaza.
Si algo define a La Rovira es su pasión por la cerveza artesana. En su barra brillan cerca de 20 tiradores rotatorios con referencias locales e internacionales, además de una cuidada selección de botellas. Es un paraíso para los cerveceros curiosos, donde siempre hay algo nuevo por descubrir.



La cocina, sin embargo, no se queda atrás. Su carta apuesta por tapas y bocadillos elaborados con ingredientes de calidad, muchos de ellos bautizados con nombres de calles de Gràcia, como un guiño divertido al barrio. Los “planchados”, sus motivos bocatas calientes a la plancha, son una de las especialidades más recomendadas, junto con los platos fuera de carta que cambian según la temporada.
La Rovira es ese tipo de sitio donde uno entra para “tomar algo” y acaba quedándose toda la tarde y es por eso que es habitual ver tanto a vecinos del barrio como a visitantes que buscan una experiencia más auténtica que la de los bares turísticos del centro.


Con una excelente relación calidad-precio, La Rovira se consolida como una de las cervecerías más recomendables de Gràcia. Es el sitio ideal para disfrutar de un vermut al sol, una cena informal o simplemente una buena conversación, porque más allá de sus bocadillos y cervezas, La Rovira es barrio, comunidad y autenticidad, tres ingredientes que nunca fallan en la receta de un buen lugar para volver.
Estos lugares ofrecen mucho más que comida y bebida: son espacios de encuentro, tradición y vida cotidiana. Lugares donde cada visita es un momento para reconectar con la ciudad desde lo simple y lo genuino. Si buscas el pulso real de Gràcia, empieza por uno de estos bares, pide un vermut… y deja que la historia te la cuenten sus mesas.
