¡¡¡Hola Belug@s!!!. Atravesada por el río Ebro y parada obligatoria del Camino de Santiago Francés, esta ciudad está entre las mejores para vivir de España gracias a sus bien cuidados parques, su centro histórico peatonal, su extensa oferta cultural además del reconocido a nivel mundial vino de La Rioja.
Que ver
Aunque con un día tendréis suficiente para ver todos sus puntos de interés, os recomendamos pasar una noche para disfrutar de su animada vida nocturna y disponer de tiempo suficiente para probar algunos de sus platos más típicos como las patatas a la riojana, el bonito con tomate, la menestra de verduras y los caparrones además de tapear en la Calle Laurel y San Juan, dos de los lugares más conocidos de la ciudad para disfrutar de la gastronomía riojana.
Tener en cuenta que para llegar a Logroño dispones de un pequeño aeropuerto situado a 14 kilómetros del centro y conexiones en bus y tren con las capitales del país, además de poder llegar en coche desde ciudades como Barcelona, Bilbao o Pamplona.
Aquí os dejamos los imprescindible en vuestra visita a Logroño.
Paseo del Espolón
El Paseo del Espolón o del Príncipe de Vergara, presidido por la estatua ecuestre del general Baldomero Espartero, es una de las plazas más emblemáticas que visitar en Logroño.
Este espacio de zonas ajardinadas con diferentes tipos de flores, bancos para sentarse y fuentes, tiene un auditorio donde se realizan conciertos y espectáculos, que es conocido como la Concha del espolón y además tiene un parking subterráneo de pago, ideal para dejar el coche cerca del centro histórico.
Concatedral de Logroño
En el tramo final de la Calle Portales pasaréis por delante de la Concatedral de Santa María de la Redonda, situada en la bella Plaza del Mercado.
Aunque sus orígenes se remontan a una iglesia románica redonda del siglo IX, de ahí su nombre, la estructura arquitectónica actual se construyó a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII y en ella destacan las imponentes torres barrocas que reciben el popular nombre de torres gemelas.
Merece la pena entrar en el interior para ver el Retablo Mayor, la Capilla de Nuestra Señora de la Paz y sobre todo, una pequeña pintura al óleo conocida como El Calvario De la Rioja, atribuida al maestro Miguel Ángel y situada en el deambulatorio, detrás el retablo mayor.
El horario de visita es de lunes a sábados de 8:30h a 13h y de 18h 20:45h; domingos de 9h a 14h y 18h a 20:45h.
Puente de Piedra
Recorrer los 198 metros del Puente de Piedra o Puente de San Juan de Ortega, uno de los cuatro puentes de la ciudad que atraviesan el rio Ebro, es otra de la mejores cosas que hacer en Logroño.
El puente actual construido a finales del siglo XIX, después de derrumbarse el anterior que databa del siglo XII, es uno de los símbolos de la ciudad, al aparecer en su escudo y ser el punto de entrada del Camino de Santiago a la ciudad.
Llegar a la Plaza de Santiago
El Puente de Hierro te llevará hasta la Calle Sagasta y esta hasta la Plaza de Santiago, presidida por la Iglesia de Santiago el Real y uno de los puntos clave para los peregrinos que realizan el Camino de Santiago.
En el interior de este templo de estilo barroco se encuentran la cripta, la capilla de Santa Elena, el Retablo Mayor y la Virgen de la Esperanza, patrona de la ciudad y en la plaza también tienes la popular Fuente del Peregrino y un enorme Juego de la Oca, que hace referencia al Camino de Santiago francés mostrando en sus casillas las distintas paradas de la ruta jacobea, en el suelo.
A pocos metros de esta plaza, bajando por la calle de Santiago, encontrarás el Café Moderno, uno de los locales más emblemáticos de la ciudad, con más de 100 años de antigüedad, y en el que es típico probar su bocadillo de calamares.
Muralla del Revellín
Una de las mejores cosas que hacer en Logroño es dejar el coche en el parking gratuito situado justo delante de la Muralla del Revellín y empezar la visita al centro histórico por este punto.
Entre los tramos mejor conservados de la antigua muralla medieval que rodeaba la ciudad destacan el Cubo del Revellín, una solida fortificación construida entre 1522 y 1524, y la Puerta del Revellín, la única entrada original que se mantiene en pie.
Justo en frente de la muralla se encuentra el Monumento a la Valvanerada, un homenaje a todos los que realizan una marcha nocturna a pie de 63,2 kilómetros entre Logroño y el Monasterio de Valvanera.
A pocos metros de estos restos también se encuentra el Parlamento de La Rioja, que fue un antiguo convento del que se conserva una fantástica portada barroca del siglo XVII y un claustro, habilitado como Salón de Plenos.
Donde comer
Si tenéis hambre la mejor opción es ir de tapas o pinchos a la Calle Laurel, conocida como «La senda de los elefantes», por las posibilidades de salir trompa si consumes una copa de vino o una cerveza por cada tapa.
En esta calle estrecha repleta de bares es recomendable comer la especialidad de cada local acompañada de un corto de cerveza o un vinito en sus pequeñas barras exteriores y así disfrutar del ambiente que se forma durante el mediodía y sobre todo, al atardecer.
Nosotras empezaríamos la ruta comiendo las patatas bravas de la Taberna del Laurel o del Jubera. Continuariamos con los champis del Bar Angel o del Soriano, el pincho moruno de Páganos, las piparras del Bar Calderas y para terminar con el Matrimonio, el pincho más famoso del Blanco y Negro que además es otro de los restaurantes donde comer en Logroño más recomendados.
Además de los lugares mencionados, en la entrada de la Calle Laurel se encuentra el Mercado de San Blas, otro de los lugares que ver en Logroño en el que podéis comprar buenos productos típicos de esta tierra como embutidos y quesos que se convertirán en el mejor souvenir.
Otra calle que tampoco podéis perderos en vuestra ruta gastronómica es la calle de San Juan, no tan conocida como calle Laurel pero con especialidades igual de ricas y sabrosas.
De la Calle San Juan, os recomendamos restaurantes como el Bueno bueno, Torres Gastrobar y Tastavin Logroño.
Donde dormir
El Hotel Ciudad de Logroño, situado a solo 700 metros de la catedral de Logroño, ha sido nuestro alojamiento en esta rápida escapada por Logroño.
El hotel ofrece WiFi gratuito y un bar cafetería. La estación de tren de Logroño está a 10 minutos a pie y el hotel ofrece parking de pago.
Las habitaciones del Ciudad de Logroño presentan una decoración elegante de estilo moderno y están equipadas con aire acondicionado, TV de pantalla plana y suelo de madera así como baño privado con secador de pelo y algunos productos de higiene
La recepción está abierta 24 horas y se ofrece información sobre la ciudad.
El hotel está a unos 8 minutos a pie del centro histórico y la principal zona comercial de la ciudad. En las inmediaciones hay numerosos bares de tapas y restaurantes tradicionales.
Escaparse a Logroño es algo fácil para los que vivimos en Barcelona, unas 4 horas en coche, y como o decíamos, os recomendamos dos días para disfrutar de esta perla escondida, pero cuidado, no queremos que volváis con una buena trompa, porque el vino aquí, si deberia ser pecado.