ITALIA: Florencia

¡¡¡Hola Belug@s!!!. Pese a ser sorprendentemente pequeña, Florencia (Firenze) rezuma atracciones culturales y encanto. Sus calles medievales evocan miles de cuentos, y sus museos e iglesias atesoran el almacén más grande del mundo de arte renacentista. Entre los destinos cercanos están Siena, Pisa, Chianti, San Gimignano y Lucca, igual de seductores y fáciles de visitar en excursiones de un día.

 

Como llegar del Aeropuerto al centro y como moverse por Florencia

Desde el aeropuerto de Florencia, y por un precio de 1,5€, el tranvía os dejara en Piazza della Stazione o en Unità en aproximadamente 30 minutos.

La compra de ticket es sencilla y se puede realizar desde las mismas maquinas que se encuentran en los andenes de las estaciones. Una vez dentro del tren, solo debéis validarlo y listo.

 

Que ver en Florencia

Florencia es una ciudad preciosa y donde os aseguramos que podrías pasar semanas y no acabarías de ver todas las obras de arte, monumentos y museos que la ciudad ofrece. Pero como por desgracia no tenemos semanas sino dos días, aquí os dejamos nuestros imprescindibles de Florencia.

Catedral de Santa María del Fiore (El Duomo)

La catedral de Santa Maria del Fiore, más conocida como el Duomo, es el símbolo y referente arquitectónico de Florencia. Símbolo de la riqueza y del poder de la capital toscana durante los siglos XIII y siglo XIV, la catedral florentina es uno de los edificios más grandes de la cristiandad. Su nombre se refiere al lirio, símbolo de Florencia, o al antiguo nombre del pueblo llamado Fiorenza. Pero, por otra parte, un documento del siglo XV afirma que la «flor» se refiere a Cristo.

Destaca, de forma singular, la grandiosa cúpula, obra de Filippo Brunelleschi,1​ una estructura isostática de 100 m de altura interior; 114,5 m de altura exterior; 45,5 m de diámetro exterior y 41 m de luz (diámetro interior) con la particularidad de que esta cúpula, en sí misma, anula los empujes horizontales para no transmitir al tambor que la sustenta prácticamente más cargas que las verticales correspondientes a su propio peso. A la cúpula hay que añadir el campanile de Giotto, un campanario independiente trazado por Giotto, de 84,70 m de altura, y el baptisterio de San Juan, con las famosas puertas de bronce de Ghiberti. El conjunto, formado por la iglesia, el campanario y el baptisterio, constituye una de las joyas artísticas y arquitectónicas de Florencia.

La basílica se encuentra dentro de la declaración del Centro histórico de Florencia como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1982.​

La catedral fue levantada en el espacio que ocupó la antigua iglesia de Santa Reparata, impulsada su construcción por la magnificencia de las nuevas catedrales de Pisa y Siena.

Al final del siglo XIII, la iglesia de Santa Reparata, de nueve centurias, se derrumbaba, como lo atestiguan los documentos. Más aún, resultaba demasiado pequeña en un período de rápido crecimiento de la población. La próspera Florencia quería sobrepasar la grandiosidad de sus rivales toscanos, Pisa y Siena, con una iglesia magnífica, más grandiosa en tamaño y adornada más ricamente en el exterior. Esta catedral, cuando se terminó, resultó ser la más grande de Europa, con una capacidad para 30 000 personas. En la actualidad solo es superada, en tamaño, por la basílica de San Pedro en la Ciudad del Vaticano, la catedral de San Pablo en Londres, la catedral de Sevilla y la catedral de Milán.

La nueva iglesia fue diseñada por Arnolfo di Cambio en 1296 para ser el templo católico mayor del mundo (aunque su diseño fue alterado varias veces y más tarde reducido en tamaño). Arnolfo fue también el famoso arquitecto de la basílica de la Santa Cruz y el palazzo Vecchio. Diseñó tres anchas naves que morían bajo la cúpula octogonal, con la nave central cubriendo la superficie de Santa Reparata. La primera piedra fue puesta el 8 de septiembre de 1296 por el cardenal Valeriana, el primer nuncio papal enviado a Florencia. La realización de este vasto proyecto duraría 170 años, así como los esfuerzos colectivos de varias generaciones. Después de la muerte de Arnolfo, en 1302, el trabajo en la catedral se hizo más lento y llegó a suspenderse durante treinta años. La construcción recibió un ímpetu nuevo cuando las reliquias de san Zenobio fueron descubiertas en 1330 en Santa Reparata.

En 1331, el Arte della Lana (Gremio de los mercaderes de la lana) asumió el patronazgo exclusivo para la construcción de la catedral y, en 1334, nombraron a Giotto di Bondone como maestro de obras. Asistido por Andrea Pisano, continuó el diseño de Arnolfo di Cambio. Su triunfo mayor fue la construcción del campanile («campanario»), pero murió en 1337, dejando inacabada la obra. Andrea Pisano continuó con los trabajos hasta que estos tuvieron que abandonarse a causa de la Peste negra en 1348.

En 1355 se reemprenden los trabajos dentro de la catedral, llevados a cabo por una serie de arquitectos, entre los que cabe mencionar a Francesco Talenti, que acabó el campanario y amplió el proyecto con el ábside y las capillas laterales, pero no alteró el exterior. En 1359 le sucedió Giovanni di Lapo Ghini (1360-1369), que dividió la nave central en cuatro crujías cuadradas. Otros arquitectos fueron Alberto Arnoldi, Giovanni d’Ambrogio, Neri di Fioravante y Orcagna. En 1375 la vieja iglesia de Santa Reparata fue demolida. La nave se completó en 1380, quedando sin terminar, en 1418, la cúpula.

Las paredes están cubiertas por bandas alternadas en horizontal y vertical con mármoles multicolor: de Carrara (blanco), Prato (verde) y Siena (rojo). Estas bandas de mármol tenían que repetir las decoraciones del baptisterio y del campanario de Giotto. Hay dos puertas laterales, las Puertas de los Cardenales (sur) y la Puerta de los Mandorla (norte) con esculturas de Nanni di Banco, Donatello y Jacopo della Quercia. Las seis ventanas laterales, notables por su delicado trazado y adornos, están separadas por pilares. Solo las cuatro ventanas más cercanas al transepto dejan pasar la luz; las otras dos son simplemente ornamentales. Las ventanas del triforio son redondas, una característica común en el estilo ítalo-gótico. El pavimento de la iglesia fue cubierto con mármol en el siglo XVIII.

El 24 de diciembre de 1966, el papa Pablo VI realizó la misa del Gallo en esta catedral, el motivo, las inundaciones que el 4 de noviembre de ese año destruyeron la ciudad. En una catedral abarrotada que homenajeó a los fallecidos, presidió el recinto una gran flor de lis, símbolo de la ciudad de Florencia.

Palacio Vechio

Preside la piazza con más encanto de la ciudad. Es un palacio-fortaleza medieval, antiguo hogar de los Médici y ahora sede de obras de arte de Miguel Ángel, Vasari, Donatello y Bronzino.

Galería de los Uffizi

Depositaria de la colección de arte italiano del Renacimiento más valiosa del mundo, la pinacoteca principal de Florencia ocupa el enorme Palazzo degli Uffizi, con forma de U. Esta colección de fama mundial expuesta en orden cronológico abarca toda la historia del arte, desde la escultura de la antigua Grecia hasta la pintura veneciana del s. XVIII.

Piazza della Signoria

Centro del Renacimiento y corazón cosmopolita de la Florencia moderna, el laberinto de callejuelas entre el Duomo y Piazza della Signoria concentra una potente dosis de historia y cultura. En este barrio que se remonta a Dante, los romanos y más atrás, los lugares más visitados de la ciudad –y los turistas– se entremezclan con elegantes cafés,boutiques chic y la calle comercial más distinguida.

Palazzo Pitti

El banquero Luca Pitti encargó a Brunelleschi este palacio en 1457, pero, una vez terminado, la merma de la fortuna familiar obligó a venderlo a sus rivales, los Médicis; Luego pasó a ser morada de los duques de Lorena y, cuando Florencia se convirtió en capital del naciente reino de Italia, de los Saboya, que lo donaron al Estado en 1919.

Ponte Vecchio

Se cree que fue un puente construido inicialmente en madera por los romanos,​ poco después de la fundación de Florencia sobre el año 150 a. C.​ Esa pasarela se consolidó y amplió hacia el 123, cuando el emperador Adriano promovió la construcción de la via Cassia Nuova, que atravesaba la ciudad y que correspondía, se puede suponer, a las calles Bardi y San Niccolò. El primer puente romano fue destruido en el s. VI-VII, consecuencia del descuido y las guerras bárbaras, además de probables daños relacionados con las inundaciones.

Es difícil saber cuántos puentes han sido destruidos y cuántos reconstruidos por las frecuentes inundaciones del Arno. Giovanni Villani habló de un puente construido bajo el mandato de Carlomagno, y es quizá en el s. IX o X cuando el puente tuviera la posición actual.

Tras ser dañado en 1222 y 1322, fue destruido por una inundación en 1333.1​ Fue reconstruido enteramente de piedra entre 1335 y 1345.​ Vasari atribuye su diseño al arquitecto y pintor italiano Taddeo Gaddi.

Desde siempre ha contenido distintas tiendas y gran actividad comercial; según la leyenda, esto es debido a que en el puente había exención de impuestos. Los comerciantes eran autorizados antiguamente a mostrar sus mercancías sobre mesas por el bargello (una especie de magistrado comunal). Se cree además que el término bancarrota se originó en este puente, debido a que cuando un vendedor no podía pagar sus deudas, su mesa o puesto para la venta era rota por los soldados (banco+rotto, bancarrota). Al no disponer ya de una mesa, el comerciante no podía vender sus mercancías.

Al comienzo, los comerciantes alineaban sus tenderetes («botteghe») a ambos lados del puente. Pero en 1495, la ciudad, que era la dueña y arrendadora de las tiendas a los comerciantes, se vio obligada a vender las parcelas, por razones económicas. A partir de entonces, las tiendas comenzaron a agrandarse y se multiplicaron los voladizos sobre el río, que hoy configuran la imagen del puente.

Para conectar el Palazzo Vecchio (sede del gobierno de Florencia) con el Palazzo Pitti, el Gran Duque Cosimo I de Medici encargó a Giorgio Vasari que construyera el famoso Corredor vasariano sobre el puente, el cual se finalizó en 1565.1​ Este corredor da una vuelta en torno a la Torre de Mannelli, ya que los dueños de la misma no permitieron que fuera alterada o destruida para la construcción del corredor.

En 1593 el Gran Duque Fernando I decidió expulsar del puente a los carniceros, prohibiéndoles realizar sus actividades en el lugar. Se dice que no soportaba los olores de ese comercio mientras él y sus visitantes extranjeros iban desde el Palazzo Vecchio hasta la residencia de la familia Médici, en el Palazzo Pitti, pasando sobre el corredor vasariano. Además, para aumentar el prestigio del lugar, fomentó que el sitio vacante de los carniceros fuera inmediatamente ocupado por orfebres, joyeros y comerciantes de oro, que actualmente siguen ocupando los voladizos y puestos del puente.6​ La asociación de carniceros había monopolizado los negocios sobre el puente desde 1442.

Durante la Segunda Guerra Mundial, a diferencia de todos los demás puentes de Florencia que fueron volados por la Wehrmacht, el Ponte Vecchio no fue destruido por los alemanes durante su retirada el 4 de agosto de 1944.7​ Según la tradición, esto se debió a una orden expresa de Adolf Hitler, quien conoció este puente en 1938, en una visita de estado que el Führer hizo a Florencia. Sin embargo, su acceso quedó obstruido debido a la destrucción de los edificios a ambos lados del puente. Gracias a esta supuesta disposición de respetar el venerable puente, este habría resultado absolutamente indemne de cualquier daño estructural serio.

Basilica di Santa Maria Novella

Depositaria de la colección de arte italiano del Renacimiento más valiosa del mundo, la pinacoteca principal de Florencia ocupa el enorme Palazzo degli Uffizi, con forma de U. Esta colección de fama mundial expuesta en orden cronológico abarca toda la historia del arte, desde la escultura de la antigua Grecia hasta la pintura veneciana del s. XVIII.

Tiene una fachada magnífica de mármol verde y blanco que oculta pinturas extraordinarias, claustros románticos y 4 capillas con frescos imponentes.

Es más que evidente que no nos acercamos a una milésima parte de todo lo que Florencia puede ofrecer, pero os aseguramos que con estos dos días ya nos ha quedado claro tenemos que volver.

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