¡¡¡Hola Belug@s!!!. Estamos en época navideña y esta vez hemos decidido pasar un buen fin de semana en una de las zonas más aconsejables en esta época, Múnich.
Munich en la época navideña significa relajarse con vino caliente, comer el peso de una persona en almendras confitadas y disfrutar de un ambiente encantador que podría derretir incluso al Grinch. Y seguro, pueden ser los galones de hablar de los glühwein, pero la escena del mercado navideño de Múnich es una verdadera fuerza a tener en cuenta, con innumerables opciones en toda la ciudad.
Capital del país y la mayor y la más importante ciudad del estado federado de Baviera, es también, y después de Berlín y Hamburgo, la tercera ciudad más grande de Alemania por número de habitantes. Se encuentra sobre el río Isar, al norte de los Alpes Bávaros y como os decíamos, es una de las mejores ciudades europeas para disfrutar del espíritu navideño.
Desde el aeropuerto de Barcelona, tan solo dos horas de avión os separan de la capital alemana.
Al llegar al aeropuerto es fácil desplazaros hasta el centro. Basta con comprar vuestro billete para el S Bahn por 11€, o 13€ si preferís un billete para todo el día, y tanto la S1 como la S8 os dejarán directamente, y en menos de 1h, en Marienplatz, donde se encuentra uno de los mayores y principales mercados navideños de la ciudad, el Christkindlmarkt.
El ya famoso Christkindlmarkt, originario del siglo XIV permanece abierto durante las cuatro semanas del Adviento, hasta el día 24 a las 14h cuando cierra sus puertas. Ubicado en Marienplatz, la plaza principal de Múnich, cuenta con encantadores puestos que se extienden hacia las calles comerciales cercanas. Debido a su ubicación central en el casco antiguo de Múnich, este es, con mucho, el mercado más turístico y más concurrido de la ciudad.
El centro de la ciudad se llena de puestos de regalos, de comida, de objetos decorativos navideños, y por supuesto de luces, música y olores… Las calles rebosan gente que aprovecha para pasear y disfrutar de una de las épocas más alegres del año.
Todo gira en torno a la plaza del Ayuntamiento nuevo, la céntrica Marienplatz: el corazón de Múnich. Aquí además de ver ya los primeros puestos podréis también contemplar la decoración del gran árbol que preside la plaza y por supuesto, escuchar los conciertos diarios desde el balcón del Ayuntamiento, totalmente gratuitos.
Desde el centro de la plaza se abre un entramado de calles, peatonales muchas de ellas, a través de las cuales siguen los puestos navideños iluminando las calles.
Además de pasear y empaparse con la magia de la Navidad, lo primero que debéis hacer es tomaros un vino caliente, o “glühwein“, la bebida típica en estas fechas y que sirven en cientos de puestos.
Pide tu taza de porcelana, calienta tus manos, muévete con ella, y rellénala las veces que quieras pero no te olvides de devolverla si quieres recuperar los 4€ que vale. Sino lo haces, como hicimos nosotras tendréis uno de los recuerdos más típicos de este mercadillo, con imágenes preciosas de la Navidad, estampadas en ella.
Bueno para entrar en calor, podéis tomarlo blanco y tinto, este último el más típico y es un vino ardiendo, que se adereza con mucha azúcar, especias varias como canela, nuez moscada y alguna fruta…
Cada puesto viene su propia receta y los hay buenos y malos y para todos los sabores. El precio ronda los 3,5 euros. A los que tienes que añadir otros 4 o 5€ por la taza que te reembolsaran si la retornas.
Abundan también los puestos de ponche, otra opción caliente, está más afrutada que el glühwein, pero cuidado como todas las bebidas muy azucaradas dejan buena resaca.
Una de las mejores partes de visitar un mercado navideño en Múnich es: ¡toda la deliciosa comida y bebida que en ellos podéis encontrar!.
Si vuestra cabeza ya está girando por los dulces aromas de la canela, salchichas a la parrilla y castañas asadas, aquí tenéis una guía sobre lo que debes comer y beber en este precioso mercado navideño.
Glühwein: también conocido como el cielo en una taza. Vino caliente aromatizado con deliciosas especias: ¡no hay mejor manera de calentarse!. La mejor manera para entrar en calor y empezar vuestro paseo por las pequeñas callejuelas decoradas con luz y color.
Feuerzangenbowle: en esta bebida, tu glühwein está cubierto con un terrón de azúcar empapado en ron, y luego ENCENDIDO EN FUEGO. Es fuerte, es increíble, y es la mejor parte de la Navidad.
Eierpunsch: bebida a base de huevo, similar al ponche de huevo. Hay que probarlo si tu estómago no está lleno de todos los glühwein que ya hayas podido consumir.
Kinderpunsch: una bebida caliente hecha con una variedad de jugos y especias para obtener esa sensación cálida y hormigueante pero sin alcohol. Perfecto para niños y no bebedores.
Gebrannte Mandeln: las olerás desde una milla de distancia y son el bocado más delicioso que tienes a mano mientras navegas por todos los puestos. Consigue estas almendras tostadas, no te arrepentirás, aunque no podemos decir lo mismo de nuestras caderas.
Wurst: tipas salchichas alemanas. El olor a wurst te atraerá desde el principio, con todo tipo de opciones para tentar incluso a los más fuertes.
Käsespätzle: empanadillas de queso cubiertas con cebollas fritas crujientes, un clásico bávaro y muy recomendable.
Rohrnudel: una bola de masa dulce y esponjosa cubierta con salsa de vainilla y a veces con un relleno de mermelada afrutada. ¿Todavía estás respirando? Delicioso.
Lebkucken: deliciosas galletas de pan de jengibre con glaseado. A menudo, más bonitos de ver que al gusto, pero con lo bien que se ven, es difícil resistirse.
Apfelkücherl: anillos de manzana con especias recubiertos con masa y luego fritas a la perfección.
Pero no solo de mercadillos navideños vive una ciudad, y Munich esconde, para todo aquel que la visita fuera de esta época, grandes tesoros tras tanta luz y color.
