¡¡¡Hola Belug@s!!!. Recorremos por segunda vez esta increíble y fascinante zona de Escocia.
Situadas en la punta norte de Escocia, las Highlands son el paraíso de los amantes de la naturaleza. Con islas que explorar, espesos bosques de pinos donde pasear, picos que escalar y paisajes idílicos y experiencias estimulantes que vivir.
Que ver en Las Highlands
Cualquier viaje por las Highlands que se precie debe reservar al menos dos días para recorrer los rincones de este lugar mágico, es por eso que nosotras, con idea de recorrer también la Isla de Skey, hemos pasado una ssemana en estas tierras, y a continuación os dejamos nuestros imprescindibles.
The Heliz Park y The Kelpie
Conduciendo desde Edimburgo en dirección a Stirling, veréis emerger dos colosales cabezas de caballo a un lado de la carretera.
Son The Kelpies, esculturas inspiradas en la mitología escocesa junto al canal de Forth y Clyde, en Falkirk. Encarnan a partes iguales la historia y las leyendas de Escocia, y en pocos años se han convertido en un símbolo del país y una atraccion turistica.
Verlas sin anunciar desde la carretera sorprende, pero contemplar de cerca las similitudes de estos animales os dejará sin palabras.
Las esculturas de los Kelpies se inauguraron en 2014 en The Helix, un parque junto al canal de Forth and Clyde muy cerca del pueblecito de Falkirk.
Son obra del escultor Andy Scott, quien, durante años, modeló los caballos pieza a pieza con láminas de acero. El resultado es espectacular: miden 30 metros y pesan más de 300 toneladas cada una. Os sorprenderá lo gigantescas que son, y no se trata solo de una impresión, los Kelpies son las esculturas equinas más grandes del mundo.
Los Kelpies rinden homenaje a los caballos de tiro que, a lo largo de los siglos, han trabajado sin descanso los campos y tierras de Escocia. Ademas, debeis saber que, estas esculturas deben su nombre a los kelpies, una de las criaturas sobrenaturales más peligrosas de la mitología escocesa. Estos espíritus acuáticos malignos rondan los lagos, ríos y riachuelos de Escocia, y son capaces de cambiar de forma.
Si visitais las esculturas de los kelpies en un día de buen tiempo, lo mejor es que aproveches para hacer una excursión junto al canal de Forth y Clyde, salpicado de barquitos y esclusas.
Pero si simplemente quereis tomar unas buenas fotografias, el acceso es totalmente gratuito, tanto de día de noche.
Stirling Castle y alrededores
Stirling, la ciudad más importante de Escocia en la Edad Media, se encuentra en el corazón del país. Su situación geográfica hizo que fuera un enclave estratégico desde antes que llegaran los romanos, y hoy es una parada imprescindible para todo aquel que visite el país.
Llegar a Stirling desde Edimburgo o Glasgow es muy sencillo pues hay trenes regulares, pero si vas en coche las autopistas están muy bien comunicadas con la ciudad también.
Y un imprescindible de Stirling es su castillo, un castillo renacentista que, sin duda, hay que conocer al igual que el de Edimburgo. Historic Scotland invirtió más de 30 años y 21 millones de libras en restaurarlo.
Hoy luce espléndido, ya que su restauración le ha devuelto su antigua gloria. Este castillo puede presumir de no solo haber visto reyes y reinas dentro de sus murallas, sino que también vio al primer hombre pájaro y, se dice, que el rey Arturo y sus caballeros tuvieron la mesa redonda aquí, en el castillo de Stirling.
Aquí os dejamos también, horarios y precio de entrada:
| Tipo de ticket | Precio |
|---|---|
| Adulto | £16 |
| Senior 6+ | £12.80 |
| Niños 5 a 15 años | £9.60 |
| Niños 0 a 4 años | Gratis |
| Horarios | Última admisión | Apertura |
|---|---|---|
| 9:30 am – 6 pm | 5:15 pm | 1 abril – 30 sept |
| 9:30 am – 5 pm | 4:15 pm | 1 octubre – 31 marzo |
William Wallace Monument
Esta torre de 67 metros de altura se encuentra a unos 50 minutos caminando desde el centro de Stirling aunque también podréis llegar en coche, ya que dispone de parking gratuito.
Construida en lo más alto de la colina Abbey Craig, que fue desde donde William Wallace planeó la batalla del puente de Stirling en 1307, este monumento de estilo gótico victoriano, alberga en su interior diferentes exposiciones que hablan de la vida del héroe y otros personajes de la historia del país.
Desde la cima se puede vislumbrar el paisaje donde se lucharon y ganaron las batallas, así como unas de las mejores vistas que nos ofrece Escocia.
En la Sala de los Héroes puedes ver además una de las grandes atracciones del monumento: la espada de William Wallace, que sobrepasa el metro y medio de largo.
Loch Ness
Al oeste de las Highlands os espera el lago con más volumen de agua de todo el Reino Unido, o como lo denominan los escoceses: el Loch Ness. Sus majestuosas vistas os sorprenderán, pero este famoso lago aún guarda un misterio más interesante: la leyenda de Nessie, el monstruo del Lago Ness.
El famoso Loch Ness se extiende a lo largo de 37 km por una hendidura geológica, llamada Great Glen, que comprende desde Fort Augustus hasta prácticamente la ciudad de Inverness. Este lago, al igual que otros con los que está conectado, se originó a partir de un antiguo glaciar.
Su fama llegó a prácticamente todo el mundo durante la década de los treinta gracias a las supuestas apariciones de un plesiosaurio que pudo haber sobrevivido hasta nuestros días. Los lugareños cuentan que lo avistaron en numerosas ocasiones y hasta le hicieron fotografías. Con el paso del tiempo, llamaron Nessie al monstruo del lago y este se convirtió en uno de los mayores reclamos de Escocia.
Pero el Loch Ness es mucho más que el célebre monstruo: su ribera posee una flora y fauna extraordinaria y su patrimonio histórico tampoco se queda atrás. Son varias las poblaciones que merecen una visita, como Dores al norte, Inverfarigaig al sur y Drumnadrochit al oeste, entre otras. En ellas podréis visitar el castillo de Urquhart, el Loch Ness Centre & Exhibition y hasta hacer alguna excursión por el Lago Ness con las múltiples empresas que ofrecen este servicio.
Navegar por el lago es una buena manera de empezar a conocer el paisaje y, quién sabe, igual hasta de ver a Nessie desde su propio hábitat. Hoy en día, son muchas las empresas que ofrecen sus servicios desde varios puertos.
Pero si la nieve rodea el lago, y las temperaturas son gélidas, podréis recorrer y bordear todo el lago por carretera, ofreciendoos esta posibilidad, unas vistas increíbles e inolvidables.
Y una de esas vistas desde el lago es, el castillo de Urquhart, una de las mayores atracciones del Lago Ness. Se encuentra en la orilla oeste y vigila el Loch Ness desde el siglo XIII. Eso sí, la primera referencia histórica de ocupación data del siglo VI.
Se cree que los que construyeron el castillo fueron los miembros de la familia Durward allá por 1229. A partir de ese momento, se irían sucediendo numerosos dueños, puesto que sería asediado, capturado, perdido y recuperado en innumerables ocasiones. En 1692, fue destruido por las tropas inglesas a fin de evitar que los jacobitas se hiciesen con él.
Hoy en día está en ruinas, formando un complejo arquitectónico que, gracias a su localización exclusiva, asomándose al Loch Ness, se convierte en un espacio muy agradable para visitar.
Fort William
Este pueblo es la segunda población más grande de las Highlands, aunque tan solo cuenta con unos 10.000 habitantes.
Es conocido, sobre todo, por ser el lugar de partida para quienes realizan alguna de las rutas hacia el Ben Navis, el pico más alto del Reino Unido, cuya silueta nevada se aprecia perfectamente desde aquí.
También merece la pena acercarse a The West Highland Museum, un museo gratuito que recorre la historia de las Highlands a través de sus testimonios arqueológicos y documentales.
Inverness
Considerada la capital de las Highlands, se trata de una ciudad pequeña, que se recorre bien a pie. Tiene algunos atractivos culturales, como su famoso castillo, la Catedral de Saint Andrews o el Mercado Victoriano, entre otros.
Es perfecta para alojaros por su situación y por albergar más cantidad de hoteles que en otras zonas.
Three Sisters Viewpoint
Si estás de viaje por las Tierras Altas, no puedes perder la oportunidad de conocer en primera persona una de las ubicaciones más bonitas de Escocia: Glen Coe. El conjunto que forma el paisaje captará tu atención desde el primer instante y no podrás apartar la vista de sus altas montañas, formadas por explosiones volcánicas y glaciares de hielo, sus riachuelos con cascadas que salpican el lugar y, por supuesto, el valle
En esta ubicación encontrarás a las Tres Hermanas de Glen Coe, concretamente en Bidean nam Bian, una montaña de la zona sur de Glen Coe. Las reconocerás muy fácilmente, pueslas tres crestas empinadas destacan sobre el paisaje. Cada una de las Three Sisters tiene nombre propio: Gearr Aonach, que significa cresta corta, Aonach Dubh, cresta negra, y Beinn Fhada, colina larga. La primera y la tercera están separadas por un glen al que suelen denominar Hidden o Lost Valley, aunque los escoceses también lo conocen como Coire Gabhail. Seguro que en cuanto las conozcas, entenderás rápidamente el porqué de estas denominaciones.
Loch Alsh Viewpoint
Desde este mirador podréis ver con total claridad el punto que cruza hasta la isla de Skye, y que gracias a la insistencia ciudadana, hoy es totalmente gratuito
Esta ubicación es perfecta también, para darse cuenta de la distancia real que separa el territorio de Gran Bretaña de la isla de Skye, y todo lo que debía suponer
Murchison Memorial
El Murchison Memorial es una de las atracciones en el camino a lo largo de Lochalsh en Escocia en el camino hacia Kyle of Lochalsh y la Isla de Skye. El obelisco de granito gris con vistas al lago Alsh, se erigio en memoria del coronel Donald Murchison en reconocimiento a su destacada lealtad.
Donald arriesgó su vida cobrando alquileres en la zona en nombre de su empleador jacobita exiliado, el quinto conde de Seaforth, y fue encarcelado en la Torre de Londres por sus esfuerzos. Finalmente, el rey Jorge I lo perdonó y le concedió tierras. El monumento fue alcanzado por un rayo en 1927 y fue reconstruido por otro descendiente, Sir Kenneth Murchison.
Para visitsrlo, asegúraros de llevar buenos zapatos para caminar, aunque no es una caminata larga, si ha estado lloviendo puede resultar bastante resbaladiza. Saliendo de Kyle y dirigiéndose hacia Dornie, pasará por Murchinsons..
Invergarry Castle
El castillo de Invergarry en las Highlands escocesas fue la sede de los jefes del clan MacDonell de Glengarry, una poderosa rama del clan Donald.
La posición del castillo con vistas a Loch Oich en Creagan an Fhithich, Raven’s Rock, en Great Glen, era estratégica en los días de la guerra de clanes.
The Well of Seven Heads
El alto monumento con forma de aguja está coronado por una escultura de una mano que sostiene una daga y siete cabezas cortadas, un crudo recordatorio de uno de los episodios más espantosos de la historia de los clanes escoceses.
La guerra entre clanes era algo común en los siglos XVI y XVII, pero ésta era una historia sangrienta de luchas internas entre diferentes secciones de uno de los clanes más grandes de las Tierras Altas, los Macdonald.
Lo sorprendente de la historia es la abrumadora sensación de venganza y poder disfrazado de justicia que tipificaba el sistema de clanes y sobre el cual las autoridades de Escocia no tenían control. Al estilo algo típico de las Tierras Altas, la historia comienza con una pelea. que se fue de las manos.
El 25 de septiembre de 1663, Alejandro, el decimotercer jefe de la familia Keppoch, miembros poderosos de los Macdonald, y su hermano Ranald fueron asesinados por sus primos en una pelea en la mansión de Insch, en las afueras del pueblo de Roybridge.
Los dos hombres Keppoch acababan de regresar de sus estudios en Francia y habían organizado una gran fiesta. Una teoría detrás del argumento es que sus primos comenzaron a imitar su acento y gestos franceses y la situación se intensificó.
Otros afirmaron que los asesinos habían sido preparados por miembros más prominentes del clan para deshacerse de un jefe de clan reformista e impopular.
El resultado fue que dos miembros destacados del clan yacían muertos. Los asesinos eran muy conocidos: Alexander Macdonald y sus seis hijos de Inverlair, cerca de Roy Bridge.
Habían estado enfrascados en una discusión con los Keppoch por un pedazo de tierra, lo que sin duda contribuyó a las matanzas, pero en una parte del país dominada por los Macdonald tenían muchos simpatizantes, particularmente entre la gente «común» que consideraba a los muchachos Keppoch como “nobleza”.
Pasó el tiempo y no se hizo justicia. Pero la venganza se gestaba en el interior de un hombre, Iain Lom, un pariente de las víctimas y una figura importante que ostentaba el título de Poeta Gaélico Laureado de Escocia. Era conocido localmente como el Keppoch Bard.
Iain se embarcó en una aparente cruzada de un solo hombre para hacer que los Macdonald pagaran por lo sucedido. Primero se acercó a un miembro del clan, Lord Macdonell de Glengarry y Aros, quien en ese momento era considerado por el Consejo Privado Escocés como Alto Jefe del Clan Donald. Pero Macdonell no quería involucrarse. Su siguiente parada fue Sir James Macdonald de Sleat, pero él también dudaba en involucrarse en los asuntos de una tribu compañera.
Pero Iain tenía una carta de triunfo bajo la manga. Los dos hombres asesinados habían sido acogidos con Sir James en el castillo de Duntulm en la isla de Skye. El vengativo Iain viajó al castillo y apeló a las emociones del jefe en un lenguaje dramático y bíblico.
Su estratagema tuvo éxito. Sir James presentó una solicitud ante el Consejo Privado de Edimburgo, que emitió cartas de “fuego y espada” contra los asesinos. El hermano de Sir James, Archibald, el poeta guerrero, fue puesto a cargo de 50 hombres que fueron enviados para vengar los asesinatos de dos años antes.
Iain estaba allí para guiarlos a la casa de Macdonald en Inverlair donde, después de una breve lucha, los siete asesinos conocidos fueron asesinados y decapitados.
El bardo quedó satisfecho; tenía su venganza y quería demostrarlo. Envolvió las cabezas cortadas en su manta, las ató con varas de sauce y partió hacia Glengarry.
Antes de presentárselos a Lord Macdonell en el castillo de Invergarry, Iain se detuvo para lavarlos en las aguas del lago Oich, en el lugar donde ahora se encuentra el sombrío obelisco. Después, las cabezas fueron enviadas a Edimburgo, donde fueron «fijadas a la horca» entre Edimburgo y Leith.
The Commando Memorial
El Commando Memorial esta dedicado a los hombres de las Fuerzas de Comando británicas originales criados durante la Segunda Guerra Mundial.
En el cientos de soldados presentan sus respetos en numerosas partidas. No es extraño encontrarse con estas partidas de soldados en vuestras parada en el memorial.
Huntingtower Castle
En el extremo occidental de la ciudad escocesa de Perth, hay un pequeño pero muy original castillo llamado Huntingtower. Y anque sus edificios de oficinas y murallas desaparecieron ya hace mucho tiempo, el castillo sigue siendo de interés para los visitantes que desean mirar hacia el pasado distante.
El núcleo del ahora castillo de Huntingtauer consiste en dos torres del siglo XVI, originalmente ubicadas por separado y conectadas entre sí en el siglo XVIII.
El nacimiento y los primeros años de la historia del castillo están vinculados con la Casa Ruthven, que en 1480 recibió los derechos sobre las tierras circundantes. Son ellos quienes le dieron al castillo su diseño inusual.
A principios del siglo XVI, la parte más antigua del castillo, el calabozo, se transformó en una torre residencial de tres pisos conocida hoy como la Torre del Este.
Después de un corto tiempo, cerca, a escasos metros de distancia, se construyó otra torre residencial que también tiene una altura de tres pisos. Las torres fueron conectadas por medio de un puente de madera.
En 1565 la reina María I de Escocia se alojó en el castillo, originalmente conocido como Castillo de Ruthven, por unos días durante su luna de miel después de casarse con Lord Darnley.
En 1582 el cuarto Lord de Ruthven, Gowrie, cuyos descendientes todavía poseían el castillo, elaboró un insidioso plan para secuestrar al hijo de la reina María, el príncipe Jacobo VI, con la esperanza de tener un impacto favorable sobre sí mismo y poder influir en las decisiones del futuro rey. Su plan fue llevado a cabo con éxito.
En la historia, este secuestro se conoce con el nombre de «The Ruthven Raid» (ataque a Ruthven). Jacobo fue mantenido como prisionero durante 10 meses entres las murallas del castillo antes de que lograra escapar. En un principio el joven perdonó a Gowrie, pero tras un segundo intento de secuestro, Jacobo no tuvo clemencia y mandó ejecutar a Gowrie.
Cuatro años más tarde Jacobo volvió al castillo y a sus tierras circundantes. Pero pronto los inquietos hermanos Alexander y John Ruthven, que en ese momento ocupaban el castillo, nuevamente comenzaron una conspiración para derrocar al monarca. Esta vez Jacobo trató más severamente con sus enemigos desde un principio. Los hermanos Ruthven fueron ejecutados y todas sus propiedades fueron confiscadas.
Por otra parte, Jacobo planeó eliminar por completo el apellido Ruthven de la historia, emitiendo un decreto que decía que ninguno de los herederos de Ruthven podría poseer ningún título maestro o tierras. Fue en este momento cuando la Casa Ruthven dejó de existir y el castillo pasó a llamarse Huntingtower.
Craigmillar Castle
Situado en la ciudad escocesa de Edimburgo, en una pequeña colina al sur del barrio de Craigmillar, su edificación fue iniciada a finales del siglo XIV por la familia Preston, barones feudales de Craigmillar, quienes también realizarían ampliaciones en los siglos XV y XVI. En 1660 el castillo fue vendido a John Gilmour, quien le realizó nuevas modificaciones. La familia Gilmour abandonó Craigmillar en el siglo XVIII el castillo cayó en ruinas.
Craigmillar, bajo administración de la asociación Historic Scotland, es considerado como uno de los castillos medievales mejor conservados de toda Escocia.
La torre del homenaje está rodeada por la muralla del patio central, datada del siglo XV que presenta características arquitectónicas propias de estructuras de defensa militar. Dentro del patio hay más edificios y todo el conjunto está rodeado por una muralla y un patio exterior que contiene una capilla y un palomar.
Paisajes de ensueño, castillos y naturaleza en estado puro dejaranan a todos los viajeros con la boca abierta a cada kilómetro recorrido, ¿seréis vosotros los próximos viajeros en recorrer estas tierras llenas de historias y venganzas?
